Tal vez un año tarde, respecto a todas las personas que en Colombia se habrán sorprendido de una manera favorable al descubrir la última novela de Juan Gabriel Vásquez, La forma de las ruinas, pero aún así no pude sustraerme al impulso de escribir mis impresiones, pues la novela es impresionante. Por unos días estuve totalmente sumergida en la Bogotá de 1914 y luego en la de 1948, observando, junto con el narrador, las pruebas, los rumores, los errores, las tristezas del “crimen del siglo” —dos crímenes que fueron en su momento “el crimen del siglo”, en este país de contradicciones y superlativos donde en su triste historia de guerras, magnicidios, masacres y bombas, cada muerte violenta debería sacudirnos con el horror de su unicidad.
Lo primero que me llamó la atención del libro es no haber sabido nada de él ¿Cómo es posible que se me escapara por todo un año? Más si se tiene en cuenta que en noviembre de 2017 fui a ver una charla del autor en la Feria del Libro de la Biblioteca del Congreso de Washington D.C. Tenía muchas cosas que quería decirle de los libros anteriores, muchas preguntas para hacerle, pero cuando al fin me decidí a pedirle que firmara uno de sus libros, me limité a preguntarle de manera estúpida si tenía Facebook. No seguí el hilo de mis pensamientos preguntándole cómo podía estar al tanto de sus libros, aquí en mi soledad de lectora encuevada en un país que no habla español. En fin, que todo lo que quería decirle y preguntarle se quedó conmigo. Lo que primero me gustó de ese narrador reacio a hacer parte de la historia, fue precisamente la maestría del autor de traernos aún otro héroe que se niega a serlo, el héroe reluctante. Otro Bilbo Bolsón que no quiere aventuras ni entretenerse en los cuentos de otros. Tal vez porque lo hace con tantos detalles autobiográficos nos seduce, y entonces cabe preguntarse si precisamente ese hecho es parte de la verdad o es un recurso narrativo muy bien utilizado. Porque esa es otra de las cosas que nos amarran al libro y nos hace difícil dejar la historia aún mucho después de terminarla: el deseo de saber qué es cierto y qué no. Si en todas las obras de ficción uno se pregunta por el autor y su posible parecido con algún personaje de su libro, en ésta todavía más, dado el carácter histórico de la novela, tanto la parte que podemos llamar autobiográfica, la historia personal del narrador, sus hijas, los hechos reales de la Bogotá que conocemos, la inclusión de R.H. Moreno Durán, y sus datos biográficos verdaderos, como la parte histórica propiamente dicha, el asesinato del General Uribe Uribe y de Gaitán. Así empecé a buscar por internet, primero la foto de Gaitán muerto, rodeado de amigos, doctores y policías y no la pude encontrar. Vi varias de Gaitán cubierto con la sábana blanca y rodeado por diferentes personas, pero la misma que aparece en el libro, no. Yo quería ver en una foto de mejor calidad al doctor Antonio Arias triste mirando al vacío, quería ver las manos de la niña que parece sostener la cabeza del caudillo, o no. ¿Es la foto real? ¿Es parte de esos tesoros secretos, otra parte de las ruinas del hombre? Y al final, el otro libro que Anzola escribió ¿existe? Así se me fue el libro, tratando de dilucidar qué fue verdad, qué no.
Lo que al final hace al libro tan importante, no es sólo el buen uso de los recursos literarios del autor, ni su manejo del lenguaje, con su prosa agradable, armoniosa, precisa y nada barroca. Tampoco es ese deambular por la ciudad amada. Algo que siempre me gusta en las obras de Juan Gabriel Vásquez y nunca me decepciona es que puedo caminar mentalmente con sus personajes por esa Bogotá o esa Colombia de mi memoria. Ni es la forma en la que en mis lecturas de sus libros me identifico con su protagonista, con los rasgos de su personalidad, como por ejemplo, el hecho de no poder conservar las amistades por falta de constancia en la comunicación.
Tampoco es su carácter polifacético: un libro autobiográfico, un libro de misterio policiaco, una detallada crónica de las últimas horas de dos hombres claves en nuestra historia. Lo que en definitiva hace la novela memorable y un documento imperdible es el relato y la investigación minuciosa del crimen de Uribe y la forma de enlazarlo con el crimen de Gaitán. Lo que para mí destaca con su propia luz es precisamente el darle luz a dos episodios oscuros de nuestra historia, y no dos episodios cualquiera, sino precisamente dos momentos en que la historia del país se torció hacia lo que ahora vivimos. Los demagogos actuales que quieren perpetuar un país violento y desigual, donde el pueblo no tiene ninguna oportunidad, son consecuencia directa o entreverada de esos crímenes. Hablar de conspiraciones en un país donde las mentiras han sido la parte de la historia que se enseña no es fácil, sobretodo porque la sola palabra: conspiración, ya produce en la mayoría de las personas una risita desdeñosa. Conspiración suena a creer en ovnis y yetis y patas solas. Pero en realidad conspiración, según el diccionario de la RAE es la acción de unirse varias personas contra otro para hacerle daño. Juzguen ustedes mismos si las muertes violentas de personajes públicos, de defensores de derechos, de personas incómodas, de partidos políticos completos en nuestro país son sólo líos de faldas, actos de borrachos y pobretones con sed de sangre. A estas alturas ya los lectores ávidos habrán leído el libro, pero si no lo ha hecho, se lo recomiendo. Léalo y piénselo. P.S. Mientras lo leía y por casualidad estuve escuchando el disco que la Orquesta Filarmónica de Bogotá sacó en su 40˚ aniversario. Normalmente las versiones sinfónicas de canciones populares no me seducen, pues me parece que los arreglos en muchas ocasiones les quitan y no les ponen, pero en este caso me encontré inmersa en la Bogotá de la época gracias a dos canciones muy bellas. Primero me encontré acompañando a Anzola a la Gata Golosa a encontrarnos con algún testigo, mientras sonaba la canción con el mismo nombre, de Fulgencio García, cuya inspiración fue el famoso sitio de tertulia. Luego se quedó conmigo la versión de La guabina chiquinquireña, una narración en sí misma: el jolgorio de la víspera de mercado, el silencio de la noche a veces roto por algún balido, el suave amanecer de violines y violetas en el cielo, el canto de los gallos y luego la fiesta dominguera. Puedo ver a los artesanos y campesinos enruanados bajo sus sombreros, las campesinas y vendedoras del mercado voleando sus faldas y vendiendo esas deliciosas almojábanas cuyo aroma me llega hasta aquí. Una interpretación bellísima. De verdad que ha sido difícil salir del libro.
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Llevo días embarcada en una búsqueda frenética y aunque no he dejado ninguna pista sin explorar, no he podido encontrar lo que buscaba. Uno de los encantos de esas pesquisas, es que aunque no demos con lo que estamos persiguiendo muchas veces nos topamos con verdaderos tesoros por el camino. Como lo que me pasó buscando la canción “Que será, será” en español, y descubrí otra que no conocía y me ha cautivado. Por cierto, no he podido encontrar la versión de “Qué será, será” que mi mamá solía cantar, así que si alguien sabe quién cantaba esa canción en español o quién la hizo popular por allá en los años 60s, por favor que comparta.
Aquí les dejo el enlace a la canción en inglés, cantada por Doris Day en la película, El hombre que sabía demasiado, de Alfred Hitchcock: Qué será, será
Llevo días embarcada en una búsqueda frenética y no he podido encontrar lo que buscaba. Uno de los encantos de esas pesquisas, es que aunque no encontremos lo que estamos persiguiendo muchas veces nos topamos con verdaderos tesoros por el camino. Como lo que me pasó buscando la canción “Que será, será” en español, y descubrí otra que no conocía y me ha cautivado. Por cierto, no he podido encontrar la versión de “Qué será, será” que mi mamá solía cantar, así que si alguien sabe quién cantaba esa canción en español o quién la hizo popular por favor que comparta.
Aquí les dejo el enlace a la canción en inglés, cantada por Doris Day en la película, El hombre que sabía demasiado, de Alfred Hitchcock: Qué será, será Bueno les contaba que buscaba la canción porque a raíz de un texto que me gustó mucho, escrito por mi amigo Alberto Caballero, acerca las canciones de las películas que lo conmovieron o que le recuerdan a su infancia, me acordé de mi mamá cantándola y dije: ¡Veee! no la tengo en español, tengo que encontrarla. No la pude encontrar, como les cuento, pero encontré ésta en inglés que se llama “Goodnight Moon”, como el libro infantil. Me ha gustado muchísimo y me tiene hipnotizada, de esa manera en que algunas canciones nos conmueven y se nos meten en la piel y hay que escucharlas una y otra vez hasta que ya las cantamos de memoria y sabemos con exactitud cuándo suena qué instrumento. Me gustó por muchas razones. La primera es la obvia referencia al libro infantil Buenas noches, luna, tan popular aquí en Estados Unidos. Es un libro muy poético y en su aparente simplicidad encierra una gran ternura. A mí me encanta y lo leía con mi hijo cuando era muy pequeñito. La primera estrofa de la canción sigue la misma entonación y estilo del libro, e incluso nombra los mismos objetos: la luna, la papilla o colada, el globo rojo, el cepillo y la habitación grande y verde. Bueno les contaba que buscaba la canción porque a raíz de un texto escrito por mi amigo Alberto Caballero, que por cierto me gustó mucho, acerca las canciones de las películas que lo conmovieron o que le recuerdan a su infancia, me acordé de mi mamá cantándola y dije: ¡Veee! no la tengo en español, tengo que encontrarla. No la pude encontrar, como les cuento, pero encontré ésta en inglés que se llama “Goodnight Moon”, como el libro infantil. Me ha gustado muchísimo y me tiene hipnotizada, de esa manera en que algunas canciones nos conmueven y se nos meten en la piel y hay que escucharlas una y otra vez hasta que ya las cantamos de memoria y sabemos con exactitud cuándo suena qué instrumento. Me gustó por muchas razones. La primera es la obvia referencia al libro Buenas noches, luna, tan popular aquí en Estados Unidos. Es un libro muy poético y en su aparente simplicidad encierra una gran ternura. A mí me encanta y lo leía con mi hijo cuando era muy pequeñito. La primera estrofa de la canción sigue la misma entonación y estilo del libro, e incluso nombra los mismos objetos: la luna, la papilla o colada, el globo rojo, el cepillo y la habitación grande y verde. El inicio de la canción, con el punteo del ukelele, la voz del cantante y la melodía lenta me cautivaron inmediatamente. Luego el bajo y la campanilla, la batería suave, las voces en el coro y de fondo en el “qué será, será” me parecen muy armónicos y el resultado es una bella canción. Como el libro, aparenta simplicidad pero es un poema hermoso a la vida, al amor. El video está también en armonía con el libro: cotidiano, simple, bello y leno de ternura, mostrando las cosas que nos rodean y que al final son las que cuentan en esa búsqueda de la felicidad. Las referencias al mar, ese mar que dejé atrás y todavía me mece en sueños. Esa marea que igual sigue subiendo y bajando en mi sangre. La barca poética que se construye todos los días “de forma mágica y con tu amor”. La cuna en la cima de la montaña, como esta ciudad imposible o mejor, improbable pero posible que es Manizales, la ciudad cuya calle principal corre en el filo de la montaña y el resto se descuelga en las faldas en un desafío increíble. Encantadora. El Key serrá, serrá dirán que no es correcto, pero ¿quién dijo que los acentos de lenguas extranjeras no tienen su encanto? A mí me parece que rebosa ternura. Pero al final, lo que más me gusta es que cambia el sentido de la canción aquella, pues dice: El futuro me pertenece. No es una pregunta abierta como la frase en español ¿Qué será? ¿Qué nos deparará el futuro? que es un himno a la ansiedad. Ni tampoco es esa sentencia de resignación que sugiere la letra en inglés “Whatever will be, will be, the future's not ours to see”, “Lo que ha de ser, será, el futuro no es algo que podamos ver” eso es eso es lo que dice en inglés. Como ven, la famosa frase en español (qué será?) no es lo que las personas de habla inglesa creen (lo que ha de ser, será). Lo curioso es que existe en Inglés desde el siglo XVI, como un lema heráldico que está escrito en una placa de bronce en la iglesia de San Nicolás, en Surrey, Inglaterra, desde 1559. Pero volviendo a esta linda canción, la letra dice: “The future belongs to me”, el futuro me pertenece, o sea, lo que ha de ser, yo lo construyo. No hay campo para la ansiedad, no se acepta la resignación pasiva, yo hago mi vida y el futuro depende de mí. Y para terminar, el final de la parte suave de la canción dice: “I know you'll be there for me. Yeah, you'll always be, That's enough.” O sea, Yo sé que estarás allí para mí, Sí, tu siempre estarás Eso es suficiente. Y aunque el that’s enough suena tan bien en inglés, también podemos decir en español, es suficiente o es bastante. ¿No es eso lo que todos queremos? Poder decir: lo que tengo es bastante o me basta con lo que soy o tú me quieres y estás allí para mí y esto es suficiente. Bonito. Aquí se las dejo: Said The Whale – Goodnight Moon I said good night To the moon. I said good night To the mush. A red balloon, And a great green room, And a brush. Look at all the waves. Been stuck here for days and days. The ship you made With your magical ways And your love. I was born in a little white blanket. I was born in the middle of a mountaintop. Que sera, sera -- Whatever will be will be. The future belongs to me. I belong to you. If the seas get, They get too rough. And the going gets, The going gets tough. Know you'll be there for me. Yeah, you'll always be -- That's enough. You've got so much love.
Últimamente han pasado muchas cosas que hacen que los mitos del pasado se desmitifiquen y podamos ver la historia como lo que es: una colección de explicaciones que justifican siempre a los ganadores. La historia la escriben los que tienen la mano arriba, o la pata encima, o la sartén por el mango, o como quieran decirlo. La historia siempre la escribe el grupo dominante. Por eso todavía hay ignorantes tan grandes que dicen (y se lo creen) que los blancos construyeron la civilización occidental y que los otros grupos o pueblos no han contribuido a crear esta cultura.
Como este congresista republicano, Steve King, que dijo “Lo reto a que vaya atrás en la historia y encuentre dónde están esas contribuciones que estas otras categorías de personas han hecho, dónde otro subgrupo de personas contribuyó más a la civilización. –¿Más que los blancos?– preguntó el entrevistador, sorprendido. –Más que la civilización occidental en sí misma. –respondió King– Nuestra cultura tiene sus raíces en Europa y Estados Unidos y en cada lugar donde el cristianismo fundó su mundo”. Y el hombre puede decir que el cristianismo es base de nuestra civilización en la misma frase en la que niega la contribución de cualquier grupo no blanco, sin que le tiemble la papada. Parece que se le olvidó que la razón de ser del cristianismo es Jesús, quien fue un judío del medio oriente. ¡Ah, claro! es que la única película que el hombre se ha visto sobre el cristianismo –no creo que lea libros– es la de Franco Zefirelli, en la que Jesús es ese muchacho rubio de ojos azules.
No voy a seguir la discusión por este camino porque amerita varios escritos aparte. Hoy simplemente quiero referirme a ese meme de arriba, donde se dice que es una gran ironía negar ayuda a los refugiados e inmigrantes, mientras se preparan para celebrar una fiesta que conmemora la ayuda recibida como refugiados e inmigrantes en el pasado. Sí, es una gran ironía. La ironía de haber llegado a una tierra que estaba habitada y apropiársela, matando a esos habitantes originales o expropiando sus tierra más fértiles, para luego negar la entrada a los que no consideren dignos de vivir aquí. La ironía de haber sido auxiliados por los indígenas del lugar, que lo habitaban desde hacía siglos, y negar el auxilio a inmigrantes que vienen a pedir refugio porque vienen escapando de la guerra, de la muerte.
Lo bueno de internet y las redes sociales es que están logrando en la gran mayoría de personas lo que los libros han logrado por siglos en los lectores: abrir mentes, expandir horizontes, crear consciencia. Lo malo es que la mayoría de personas se quedan con los memes y no leen más, no buscan otras fuentes, no profundizan, no verifican la información o la corroboran. Lo malo es que nos vamos encerrando en la burbuja de los que piensan como nosotros y no vemos el otro lado de las cosas y llega un momento que toda esa maravilla que podríamos aprender gracias a internet, se queda por fuera de las miras estrechísimas de lo que nos muestran los demás.
Es peligroso porque al mismo tiempo que nos abre los ojos, nos rodea de historias falsas o exageradas o historias verdaderas pero que no ocurren todo el tiempo ni en todas partes. La ubicuidad de las historias está en mi muro, no en la vida real. Lo que parece un ataque a gran escala puede ser sólo el reflejo de la reacción de los grupos en los que nos movemos. Lo malo es que hace que nos llenemos de odio. Es como si levantáramos las anteojeras de un caballo para que pueda ver alrededor, pero luego lo rodeamos de pinturas aterradoras de todas las cosas malas que le pueden pasar a un caballo: camiones gigantes en la carretera, humanos con látigos y armas, no sé, toros furiosos en el ruedo (he visto toros cornear caballos ¡y es lo más injusto del mundo!). Al final probablemente va a pedir que por favor le dejemos sus anteojeras porque el mundo odia a los caballos y todo el mundo los quiere matar.
Nos pasa como lo que nos contaba Milán Kundera en La Inmortalidad (creo), acerca de lo que pasa en estos tiempos modernos: la señora que se acuesta tranquila porque le cree más a los medios que dicen que vive en la ciudad más segura del mundo, mientras en su vecindario se cometen todo tipo de crímenes. Tiene su mundo construido con las imágenes que recibe y le cree más a ese mundo que a que lo que vive y ve, porque ya no controla su entorno, vive en la “imagología”. Tema que también discutiré otro día porque da para mucho, por ahora baste con decir que inspiró a Joan Manuel Serrat a escribir La abuelita de Kundera, si leen la letra o escuchan la canción entenderán lo que digo –o al menos eso espero–.
Así vemos en Facebook las injusticias que por siglos se han cometido contra las personas no ario-descendientes y nos llenamos de ira contra los estadounidenses blancos como bloque: ellos y nosotros. Nos polarizamos. ¿Cuentan nuestras experiencias en esa ira ciega? Al fin y al cabo aquí estamos, somos parte de esta cultura queramos o no. Nos hemos venido de nuestros países por las razones que sean y hemos tenido más o menos oportunidades aquí. ¿Qué sentido tiene odiar el país en el que vivimos y odiar a las personas con las que tenemos que convivir? Es autodestructivo. Lo que no quita el derecho a criticar y a denunciar, el derecho a seguir hablando y creando consciencia.
¿Son todos los estadounidenses racistas? Sí, igual que todos los europeos, asiáticos y latinoamericanos y… humanos. Nombremos un país, uno sólo, donde no haya ningún tipo de racismo o xenofobia. Cri, cri, cri… sí, todos callamos y sólo se escuchan los grillos. No existe. El latinoamericano que diga que no hay racismo en su país es o un gran ignorante o un gran mentiroso. Porque los países están habitados por humanos y los humanos somos así, tristemente odiosos, llenos de miedos que apaciguamos con guerras. Pero ¿son todos los estadounidenses unos supremacistas que quieren imponer su cultura en el resto del mundo y odian todas las otras culturas y razas considerándolas inferiores? Con lo mucho que me cuesta ver esto, no, no son la mayoría, aunque lo parezca. Si algo ha sido bueno de este año terrible con un supremacista ignorante, misógino, ególatra, avaricioso y timador como presidente de los Estados Unidos es que les ha permitido a los mismos estadounidenses verse en ese espejo deformado que es ese hombre, pues encarna todos los vicios que siempre el mundo ha visto en el gringo promedio.
Pero la mayoría están horrorizados. Si, la mayoría, aunque en nuestro Facebook pareciera que no. Recuerden la imagología. Las personas que conforman nuestro muro ponen memes como el de arriba, que son verdaderos, no hay duda, y noticias de personas que han sido agredidas por blancos en la calle sólo por el color de su piel o la lengua que hablan. Digamos que vemos tres noticias de esas al día o cinco, o diez, eso es demasiado para una sola persona, nos desborda, nos llena de ira, de miedo, de odio. Ahora analicemos: diez episodios de odio ¿en qué área? ¿En todo el país, el estado, la región? ¿cuántas personas son los atacantes, entre cuántos millones de personas? No es significativo. Es lo mismo que cuando la gente ataca a los musulmanes porque entre los cientos de tiroteos en un año en el país, uno o dos son cometidos por musulmanes y se tiene la imagen de que ellos son los terroristas. Esa imagen no se nos va a salir fácilmente de la cabeza, está fijada con fuego, como la imagen del blanco siendo un supremacista. Y nos llenamos de ira y pensamos: ¡este país es lo peor! ¡Los blancos gringos nos odian! Mientras llevamos a nuestros hijos, gringos, a su colegio y conversamos con la vecina, gringa blanca, y vamos a trabajar rodeadas de gringos blancos. Entonces hay que encontrar el justo medio. ¿Son todos los gringos unos intolerantes fanáticos? No. ¿Tienen los gringos un complejo de superioridad? Si, definitivamente. Complejo que está siendo reemplazado por una vergüenza proporcional a su complejo, al ver la realidad del mundo y su país dentro del mundo. Se les están abriendo los ojos. Los movimientos en contra de todo este odio y fanatismo son enormes, mueven multitudes, como la Marcha por las Mujeres, las Marchas por el Clima y la Ciencia, no sólo por el número de personas que se involucraron, sino que fueron iniciativas que se expandieron rápidamente por todo el mundo. ¿Cuántas personas se han unido a organizaciones como ACLU y han donado su dinero para derrotar las leyes anti-inmigración de Trump? ¿Han visto los miles de personas que van a los Town Halls a increpar a los congresistas y pedirles cuentas por su apoyo a leyes injustas? ¿Cuántas personas del común de la gente se han lanzado al congreso, o a sus oficinas locales para desbancar de sus puestos a los intolerantes y racistas y han ganado?! A mí eso me llena de esperanza y me admira de este país. Y nosotros somos parte de ese cambio. Nuestras actitudes diarias en el trabajo, en el supermercado, en la universidad, en el transporte público, en la calle, son parte de ese cambio. Podemos llenarnos de odio y responder con odio a los ataques. Podemos ser agresivos y responder con ira a todas las miles de micro agresiones que nos caen por ser lo que somos– mujeres, latinas, morenos, hispano hablantes, pelichutas o crespas, gordas, bajitos, whatever– siempre habrá en el entorno algún pendejo que nos menosprecia por lo que somos, siempre habrá un miope para quien somos invisibles. O podemos dejar que nos resbale y seguir usando nuestro nombre, hablando nuestro idioma, leyendo nuestros libros, amando nuestras costumbres, al tiempo que amamos y respetamos las suyas, mientras les contamos las cosas que no quieren oír acerca de sí mismos, de nosotras y el mundo, y nos miran con miedo o rabia u odio o tal vez sorpresa y se les van cayendo las vendas y empiezan a pesarnos con otras balanzas, menos desequilibradas. O no. O nos siguen viendo tan pequeñas que no nos escuchan o ven a través de nosotros. Tal vez seamos transparentes para algunos e invisibles para otros, tal vez seamos una amenaza imprecisa, una marea de indeseables, pero llevamos fuego, que es cálido, pero que también puede encender mundos.
Enlaces:
1 Congresista King https://www.washingtonpost.com/news/the-fix/wp/2016/07/18/rep-steve-king-wonders-what-sub-groups-besides-whites-made-contributions-to-civilization/?utm_term=.f943d87e9599 2 La abuelita de Kundera, Joan manuel Serrat (https://www.letras.com/joan-manuel-serrat/512900/) 3 La Marcha de las mujeres https://www.washingtonpost.com/news/monkey-cage/wp/2017/02/07/this-is-what-we-learned-by-counting-the-womens-marches/?utm_term=.58563b778b27 4 Marcha del clima y Marcha de la Ciencia https://www.huffingtonpost.com/entry/why-the-march-for-science-and-peoples-climate-march_us_58e9206ce4b06f8c18beec63 5 ACLU https://www.nytimes.com/2017/01/30/us/aclu-fund-raising-trump-travel-ban.html.
"El plebiscito sobre los acuerdos de paz de Colombia de 2016 fue el mecanismo de refrendación para aprobar los acuerdos entre el gobierno de Colombia y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia(FARC). Las votaciones fueron programadas para el domingo 2 de octubre de 2016.
El objetivo de este referéndum era que la ciudadanía expresara su aprobación o rechazo a los acuerdos que se firmaron entre el gobierno y las FARC en La Habana. Para que el acuerdo fuese válido, el «Sí» debería contar, al menos, con el 13% del censo electoral (4 396 626 votos), y superar en número de votos al «No». El resultado fue una victoria del «No»." (Wikipedia) I. Cómo resucitar a una paloma muerta sin tirarle a las escopetas. Cómo decirle a los cazadores: ¡Se equivocaron de presa! Cómo dejar de llorar sobre sus restos abatidos. Cómo salir de la fosa, si sabemos que no habrá manos tendidas ni brazos dispuestos. Construyo una escala de bemoles tristes, para alcanzar una mayor, un sostenido. Subo por las palabras de los otros, Schopenhauer, Nietzsche, (A veces no hay más remedio que estar de acuerdo con los perros, no cuando ladran a las caminantes, sino cuando aúllan en la noche con ellas). Con mis peldaños de libros vuelvo a ser libre. Cojo aliento en Yourcenar, Sor Juana y Galeano. Me alimento de Beauvoir, Barba Jacob y Bonnet. Me impulso en un fragmento de poema con Peri Rossi: Tal vez llueve también en tu ciudad “y quizás tengas el teléfono a mano que no usas para llamarme.” Me dejo sublimar por la belleza para flotar como vapor de lágrima, y salir de la fosa, de la tumba, de este cementerio de palomas. II. Vuelvo a viajar por esos territorios. Ya los tenía marcados en mi mapa: ¡Peligro! ¡no pase! camino sin salida. Vuelvo como turista, pensando que es más fácil tener el corazón ligero y un boleto de regreso. Vuelvo como mujer, con la arrogancia de quien cree que las cosas de niñas son pequeñas, pasadas, olvidadas. Pero me engaño. Cuando pisas de nuevo la región de la infancia, vuelve la niña encandilada. De nuevo ves la muerte como un bálsamo. Sabes de qué lado caminan tus “amigas”. Cuando vuelves al lugar de tu dolor nunca sales igual a como entraste. Esa que entró conmigo, muere. La que sale es otra diferente, más sola, más dura, menos necesitada. Me miro a los ojos y me gusta la falta que no me hace la mentira. III. No puedo escribir de paz cuando mi corazón está embargado, necesito pagar la fianza. ¿pero qué precio ponen? Me piden que calle, que acepte la mentira, que no llore, que no recuente la historia del mundo ni mi historia. Los que han sufrido que no vengan a importunar tu suerte, tu casa impecable y tu familia perfecta ¡Cierren las ventanas que desde aquí se escuchan sus lamentos! Mi corazón seguirá en el embargo atrapado en tu mano de hierro las palabras fallan el amor huye y no queda aire para respirar. IV. No es duelo por los muertos, algo que ya pasó, murió, finiquitó. No. Es el dolor constante por lo que se pierde: poder hablarte, que me escribas, tu amistad, las ganas de volver. No lloro sólo por los muertos sino por lo que queda al descubierto no es tu no saber sino el no querer saber el no querer y no querer querer el pensar de tantos esa gente no merece perdón, esa gente pobre, sucia, negra, india, por dios, que se queden donde están pues se merecen su mala suerte, ese me importa un culo lo que te pasó. Ya no me llames ¡Donna Nobis Pacem! ¡Danos la paz! Seremos buenos, callaremos, bajaremos la cabeza. Seguiremos con la paz de nuestros padres, la paz del poder, la paz del capataz. Si un peón se desmanda lo callamos. ¡Danos la paz! No podemos hacerla con nuestras manos. No podemos proteger a nuestros hijos de su propio destino. Tendrán que prestar un azadón y regalar sus frutos o tendrán que coger sus fusiles y regar muertos con su sangre. ¡Danos la paz! No podemos proteger a nuestras hijas de su propio destino, tendrán que ser forzadas por el hijo del dueño y parir y servir y criar nuevos soldados y sirvientas. Pero no pediremos más, no lo merecemos. Somos la escoria de la tierra. ¡Danos la paz! Te lo pedimos señor.
¿Qué es la Paz?
1. La paz no está sólo en el fusil inmóvil, ni en los gatillos sin dedos, ni en las fosas vacías. La paz no está en los botas sin pies tierra sin minas camas sin llagas. La paz está en el azadón, surcos arados, campo sembrado. La paz está en la historia real, la verdad desarmada. La paz está en los ojos en los libros, dedos en el lápiz, papas en la mesa. La paz es el agua libre, el agua limpia. Es la vida de todos. La Vida de Todos. 2. La paz está en poder mirar unos ojos ajenos, muy ajenos y encontrar un alma prójima. La paz está en mirar dentro de otro corazón y encontrar mis abismos. La paz es sentir tu estómago crujir con el hambriento y tu garganta gritar con el doliente. Saber que tú eres yo sin mis excusas y yo soy tú sin tus pretextos. 3. La paz es cruzar tu ciudad y hacerla tuya de sur a norte de sol a sol tuyos los huecos y los árboles tuyos los niños de la calle tuya la zona rosa y la zona de combate el tugurio y la mansión la tienda de ropa, los carros lujosos los taxis locos y los buses humeantes el trancón infinito tuya la nube de polvo y ceniza los bancos de ladrones elegantes los ladrones en los bancos del parque tuya la alcantarilla y el río hediondo tuya la ciudad, su hambre y su hartazgo. No es de otros no son otros que caminan Eres tú y esto es tuyo. A qué volver Vuelvo a mi casa abandonada. Abro de nuevo la puerta que dejé cerrada un día. Encuentro los vidrios sucios las paredes derruidas. No queda nada. La hamaca rota no mecerá recuerdos ni la dulce siesta lenta, ni el bullicioso columpio de juegos. No vine a desempolvar memorias ni a abrazar el pasado: Ya no existe. Sé que miraré las fotos en sus marcos y no veré el brillo de los ojos, ni los labios extenderse para mí en una sonrisa. Sólo veré el gesto adusto y lejano de aquellos que no conocí y no me quisieron cuando creí en palabras. No vine a oler la leña, las brasas frías, vine a matar fantasmas, a romper cadenas, a llorar nuestra muerte. ![]()
Buscando papeles viejos me encontré esta caricatura que hice hace muchos años, cuando todavía estaba en el colegio, y decidí ser valiente y compartirla a pesar de sus defectos. No sólo me avergüenzan los defectos técnicos, también me impresiona la falta de inclusión: por ejemplo, no hay ni una mujer, hay solamente un indio haciendo el papel de indio y un negro en el papel de pescador. Pero es una muestra de esa invisibilidad que era aún más pronunciada hace 30 años. Me gusta que la primera víctima es un campesino y le sigue un soldado. Creo que es más o menos acertado, teniendo en cuenta que campesino, soldado, guerrillero raso son diversas caras con el mismo origen. ¿De dónde salen la mayoría de soldados y guerrilleros rasos?
V.
El dolor de siglos comprimido en mi llanto Nada cambiará Seguirán desfilando los muertos Seguirán regando con su sangre La tierra fértil. La tierra Comienzo y fin de la guerra eterna.
Letra de la canción One Sweet World (Ben Cocks) I put my hands up for the cause But I must look like the walls ‘Cause nobody seems to see Nobody seems to need me there So must I only dream of days where they will see another way While they can think of other things to blame on me So how am I the only one to see the world a different way So shame on me for trying Oh shame on me 'Cause I'm not the only one wants to stick together now in one sweet world 'Cause I'm not the only one wants to stick together in one sweet world For the love of us all let us learn, let us see while the world still turns that we are everything we’ve got my beauty and we’re together while the sun still burns So everyone, please come with me, and take that one small step to follow me And what you think about those things you've heard About us living all together on a one sweet world Traducción: Un mundo dulce (One Sweet World) (Ben Cocks) Levanté mi mano para apoyar la causa Pero debo parecer una pared Porque parece que nadie me ve Parece que nadie me necesita allá Así que debo sólo soñar con un día en que ellos encuentren otra manera? Mientras ellos piensan en más cosas de qué culparme. Entonces ¿cómo es que soy la única que puede ver el mundo de manera diferente? Es mi culpa tratar de intentarlo Debería darme vergüenza Porque yo no soy la única Que quiere que estemos unidos en un mundo dulce (bis) Por el amor de todos nosotros, vamos a aprender Vamos a ver, mientras el mundo sigue girando, Que somos todo lo que hace la belleza Y estamos juntos mientras el sol siga ardiendo Así que, todos, por favor vengan conmigo Y den ese pequeño paso para seguirme Digan lo que piensan de las cosas que han oído Acerca de todos juntos viviendo en mundo dulce. ![]()
VI
VI. "Nadie pareciera verme Nadie parece necesitarme allá” ¿Para qué seguir intentando? Debo retirarme avergonzada Por hablar, gritar, llorar, abrir los ojos Soy la que no calla la maldita piedra en el zapato la puntilla en el taburete Ya no sigas hablando ni escribiendo Por favor no importunes más deja Whatsapp nadie quiere verte Ni leerte Ni saberte viva Desaparece ya.
VII.
Estoy sola en esto. Levanto la voz, el teatro se transforma en escenario, del fondo me llega el haz del odio me enceguece. Se alzan las voces cargadas de mentiras rabias, propagandas miradas, intenciones. Le grito a la pantalla que presenta la película de mi tierra. Nadie escucha. Vocifero hasta quedar ronca, lloro y golpeo la maldita pantalla. En la oscura platea no se oye un aplauso ni un gemido estoy sola mi voz nunca llegará tan lejos. ![]()
VIII.
¿Es problema de saber o problema de querer? ¿Es cuestión de entender o cuestión de amar? Si te miras en el espejo de otros ojos ¿Eres capaz de decirte: NO?
IX.
No me conoces. Hemos andado tanto tiempo cerca pero no me conoces. Tendría que empezar por relatar mi vida. Tendría que decirte lo que pienso y siento. Pero ¿para qué? Si no me conoces y no quieres saber.
X.
Usan la sangre para teñir su rostro de victoria Usan la sangre para poner más drama a la miseria. Usan la sangre para inventarse heridas, abrir cicatrices, para culpar, herir, vengar Escriben con la sangre de los otros, y sus palabras manchadas los delatan.
Queremos Paz
Esa paz que queremos, tú la quieres inmóvil, yo la quiero revuelta, desobediente, que no se quede haciendo fila muy derecha. Que corra de un lado a otro tocándonos a todos: ¡Tú la llevas! Todos la llevamos, o no se vale. Esa paz que queremos, tú la quieres útil yo la quiero fructífera, Que las cosas y personas (esas otras cosas) no se queden donde las pusieron. Esa paz que queremos, tú la quieres a la fuerza, con violencia, sin permiso. Yo la quiero consentida con sentido, valiente, rebelde, hermosa. Tú la quieres ciega, excluyente, codiciosa, bravucona, armada. Yo la quiero ineludible, necesaria, continente, total. Esa paz que yo quiero y tú… no quieres
Desde la montaña más linda del mundo
el sol brilla para todos, el azul del cielo se funde a su mar dos veces santo y el rojo… No queremos ver rojo correr ladera abajo. Me quedo con la bandera de los siete colores, la que fluye en el río más lindo del mundo. La que yace en el mar de la isla más linda del mundo La que ha sido cosida con retazos de verde, hilos rojos, en la falda de los montes más lindos del mundo. La que se forma con el ondear de las mantas guajiras en el extenso amarillo del desierto. El color atardecer con luna roja, garzas pintando de blanco el verde seco del llano y el verde húmedo del morichal. La bandera de las flores, mariposas, colibríes, ranitas, peces del mar y río montañero, corales, esponjas, algas y manglares. La manta blanca adornada con mochila sobre tierra, rocas y bahareque. La bandera de la selva profunda de verdes salpicada de guacamayas. Tu deliciosa mesa acogedora ofreciendo una bandera de frutos. Esa bandera que pintamos todos sobre el tejido diverso del país más lindo del mundo. Piel canela, cobre, chocolate, panela y melcocha. Me quedo con la bandera de tus ojos. Me quedo con el tricolor de tu rostro cuando se abre en una sonrisa. ¿Por qué tantos colombianos ponen fotos de las protestas en Venezuela y tan pocos se fijan en las protestas en su propio país? ¿Por qué se duelen con la escasez y el hambre que sufren los venezolanos y no les importa ni les duele que haya hambre y miseria en nuestro propio territorio? Yo diría que es porque mostrar la pobreza de nuestro país no les sirve a su discurso, ese de que lo peor que le puede pasar al país es el "castrochavismo". Y no, un régimen como ese implementado por Chávez y mantenido por Maduro es en parte consecuencia de lo peor que le puede pasar a un país, no sólo causa. Y lo peor es la desigualdad, la corrupción que llena los bolsillos de los políticos mientras hay niños que mueren de hambre, personas desesperadas sin opciones, desplazadas, asesinadas. No hay justicia social en Colombia, hay una inequidad alarmante, tanto que estamos entre los 10 países con mayor desigualdad del mundo, somos segundos en desigualdad en toda Latinoamérica y primeros entre los países de ingresos medios y altos. O sea, Colombia no es un país pobre, pero el porcentaje de pobres en Colombia es mayor que en todos los otros países de Latinoamérica. Somos el país con mayor número de desplazados internos (¡casi siete millones! O sea, ¡7.000.000!). Al final del artículo pongo algunos enlaces donde se pueden ver cifras de mortalidad infantil, desplazados, desigualdad en el mundo y lo más curioso de todo ¿saben qué es? Que Venezuela no está en las listas, en cambio Colombia sí. Entonces, ¿cuál país está peor? No me malinterpreten. A mí también me duele lo que pasa en Venezuela, pero intento entenderlo, más que condenarlo obtusamente. Las imágenes de las marchas son impresionantes por la cantidad de gente que convocan y se estima que el 80% por ciento de los ciudadanos desaprueban la gestión de Maduro. Para mí es claro que cambiar la constitución para quedarse más tiempo en la presidencia, es un signo que hay que vigilar, porque con un presidente vitalicio se corre el riesgo de quedar bajo las garras de un tirano, sea de las derecha, del “centro” o de izquierda. Por eso condeno lo que pasa en Venezuela, pero más allá de eso, no sé mucho. Me entristece muchísimo ver a las personas que quiero y respeto, empezar también a repetir esas consignas estúpidas acerca del “castrochavismo” y poner mensajes desesperados de lo horrible que está Venezuela, cuando no pueden explicar la situación porque no tienen ni idea de lo que está pasando . Es que ya se ha normalizado la palabreja inventada por la campaña contra el plebiscito y ahora es de uso común. Es más, hice una búsqueda de “castrochavismo” en Google y todos los resultados que obtuve fueron sobre Colombia, ni uno sobre Venezuela, o sea, los únicos que lo mencionan son los medios colombianos. Eso dice mucho, dice que es una manipulación de una campaña colombiana maliciosa en contra del proceso de paz, no es una campaña de apoyo al país vecino. Es vil. Lo que pasa en Venezuela ni siquiera lo entendemos muy bien y mientras tanto lo que pasa en Colombia lo negamos, lo ignoramos, no nos importa y seguimos repitiendo que en Venezuela están peor. Es claramente una campaña para infundir miedo a que haya diversos partidos políticos que miren otras opciones. Además, siempre me ha parecido una falta de respeto con los venezolanos, que hagan como un mal maestro y los pongan de ejemplo: “Si sigues portándote mal vas a terminar como Venezuela, que es lo peor”. No, eso es mentira. Lo que es cierto es que si seguimos ignorando las necesidades de la gente, si seguimos con este clasismo y racismo, con esta desigualdad tan abismal, nos va a llegar el presidente que nos merecemos y ahí sí vamos a estar peor que las peores pesadillas. ¿Qué creen que van a hacer ese 30% de colombianos que son pobres, pobres, o sea, personas que no tienen ni lo mínimo? ¿Y el 60% de colombianos que apenas viven con lo mínimo? Si no los conmueven esas cifras, piensen que a un presidente en Colombia lo elige más o menos el 50% de la población. Si el 30% está desesperado y el 60% está llegando a ese punto, ¿qué presidente cree que van a elegir? Un régimen totalitario se monta cuando hay mucha gente desesperada que lo apoya, porque no tienen opciones con los mismos de siempre. Por eso, hay que luchar por acabar la desigualdad ¡al menos por puro instinto de supervivencia! Además ¿de verdad están peor en Venezuela? Yo recomendaría leer un poco por fuera de Semana y El Tiempo y pensar un poco. Yo les pediría que miren a su alrededor, la gente que se la rebusca en las calles ¿Cuántos vendedores ambulantes ha visto hoy? ¿Con cuántas personas viviendo en la calle se ha topado hoy? ¿Sabe cuántos niños han muerto HOY en Colombia de hambre? Yo no lo sé, pero si hago una pequeña búsqueda por internet encuentro datos, evidencia de cómo están de verdad las cosas. Sólo falta tener un poco de corazón para entender que el socialismo no es la plaga. La plaga es la indiferencia que permite que haya niños que mueren de hambre en las calles, mientras miramos videos de las protestas en Venezuela en nuestros iPhones y pensamos frustrados que la muchacha está retrasada otra vez esta mañana, porque es que el transporte en Bogotá está terrible, y esa gente que vive tan lejos en esos barrios tan pobres, porque no trabajan duro para salir de esa pobreza, caray.
Mortalidad infantil (expandan la tabla de United Nations) Colombia ocupa el puesto 76 con 17.92 niños que mueren por cada 1000 nacimientos. Venezuela ocupa el puesto 67, con 13.78 /1000 nacimientos. https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_countries_by_infant_mortality_rate#UN_Venezuela Morir de hambre en Colombia http://www.elespectador.com/opinion/opinion/morir-de-hambre-en-colombia-columna-625897 Desigualdad mundial https://infogr.am/1349646254-546946 Desigualdad Latinoamérica “Entre los países latinoamericanos de ingresos medio y altos, Colombia se encuentra en primer lugar en niveles de desigualdad, apenas por debajo de Honduras, a pesar de que, en términos de PIB, los colombianos están 74 puestos por encima de los hondureños. En Colombia el 10% de la población más rica del país gana cuatro veces más que el 40% más pobre.” http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160308_america_latina_economia_desigualdad_ab Número de desplazados internos http://www.acnur.org/recursos/estadisticas/ http://www.semana.com/economia/articulo/indice-de-pobreza-monetaria-y-multidimensional-2016-en-colombia-segun-el-dane/463788 Cifras en Chocó http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/las-cifras-que-tienen-indignado-al-choco-28264 http://www.aaihs.org/a-civil-rights-protest-is-happening-right-now-in-colombia/ El otro día muchas personas reprodujeron y mandaron indignadas el video del diputado polaco defendiendo la brecha salarial basada en lo que para él es la inferioridad de la mujer (ver abajo el enlace). Lo malo es que no está solo, muchos hombres piensan igual, solo que no lo dicen por temor a ser criticados. La cuestión es que estos hombres pensarán: tiene razón, las mujeres son más débiles y pequeñas y menos inteligentes, entonces son inferiores. Y lo peor es que muchas mujeres también lo pensarán: es verdad, mi novio (mi hermano, mi hijo, mi esposo…) es más fuerte y alto que yo. Y hasta sentirán que son menos inteligentes porque es fácil en una sociedad dominada por el machismo sentirse inferior, donde si no te discriminan abiertamente, se burlan de ti, te interrumpen, no te dejan hablar o simplemente no te hacen caso, te confinan en la cocina y no te dejan manejar…. –Espere, espere eso es una exageración. A mí nadie me confina en la cocina y nadie me prohíbe manejar. –Yo sé Lusa, no digo que haya un hombre que te obligue a cocinar, ni mucho menos, pero es algo sutil, que está en la sociedad y en los comportamientos diarios, en las situaciones cotidianas se puede ver. Por ejemplo, cuando ustedes van a una reunión familiar, de esas grandes con primos y tíos y abuelos ¿quiénes cocinan? ¿quienes atienden y sirven? ¿qué hacen los hombres en la reunión? ¿qué hacen las mujeres? ¿Ha intentado NO ir a la cocina y quedarse conversando con los hombres? ¿Nadie le dijo nada? ¿Ni indirectas, ni chistecitos ni burlas, ni críticas? –Pues la verdad es que odio esas reuniones por eso mismo… El otro día mi tío decía de la esposa de mi primo: ¡es una inútil! Yo me la imaginé tirada en el sofá viendo novelas todo el día y comiendo papas fritas, entonces le pregunté: ¿ella no hace nada? Me dijo: ¡No, nada! Y entonces mi tía, que hasta ese momento estaba callada escuchando nuestra conversación, intervino, suspirando y poniendo los ojos en blanco: No hace oficio, porque está estudiando un doctorado en química… –¿Si ve? Esa cultura machista… Bueno, y cuando sale a pasear en el carro con la familia, ¿quién maneja? ¿Qué pasaría si su prima, sin decir nada, simplemente se sienta en el puesto del conductor? –Pues yo creo que el esposo se moriría de la risa, como si fuera un chiste y la sacaría de allí. –Exacto, yo creo lo mismo, el hombre se reiría como si fuera muy chistoso, una situación imposible, que la esposa maneje como algo normal, diario, y él vaya sentado en el asiento del copiloto: intolerable. Y algunos se defenderán diciendo que las mujeres son unas brutas manejando. Tienen pruebas, hay docenas de videos de mujeres brutas manejando ¿sí o no? –Pues la verdad es que yo he visto varios –¿Y de hombres brutos manejando? –No, no hay muchos. –Será que cuando cuelgan un video de una mujer bruta manejando eso es precisamente lo que dicen: “mujer bruta manejando”, pero cuando cuelgan un vídeo de hombre bruto manejando usualmente no se hace énfasis en el género del conductor, sino en lo chistoso de la situación, por ejemplo: “accidentes graciosos de autos”. Mire un par de búsquedas: No es una competencia a ver quién es más bruto, simplemente se asume que las mujeres son brutas y eso hace que a la hora de buscar datos para comparar, los datos estén sesgados por los mismos prejuicios. ¡Y así es con casi todo! –Bueno, pero el hombre del video, el diputado dice que no hay una sola mujer entre los 100 mejores jugadores de ajedrez del mundo… Eso es verdad ¿no? Será que los hombres si son más inteligentes. –Ay Lusa… Eso da para mucha cháchara, café incluido o un buen vino. Yo no estoy de acuerdo. Primero que todos, hay varios estudios que dicen que la inteligencia no es tan fácil de medir… Pero de eso hablemos otro día con el tinto (el vino o el café, je, je). Lo segundo es que el hecho de que no haya mujeres entre los mejores jugadores de ajedrez es simplemente reflejo de que no hay muchas mujeres jugando ajedrez, a ningún nivel. Dicen que la proporción de niños y niñas que empiezan a jugar ajedrez es de 8:1. Por qué? No sé. Supongo que es una de esas cosas que se asume que es así: el ajedrez es para niños, no se promueve entre las niñas, o a lo mejor es algo que no llama la atención de las niñas o es intimidante para ellas, un mundo dominado por los hombres. O sea, si en el ancho mundo hubiera la misma proporción de niños y niñas jugando ajedrez, si hubiera la misma proporción de adolescentes y adultos, entonces sí sería diciente que no hubiera casi mujeres entre los 100 mejores jugadores. –Ya entiendo, es como si metiéramos 80 peces anaranjados en un estanque, de esas bailarinas, y solo 10 peces blancos y sacáramos unos cuantos, la probabilidad de sacar uno anaranjado es 8 veces más grande? –Si, algo así. Por eso sería interesante preguntarle al diputado si él juega ajedrez desde niño y es muy aficionado ¿por qué él mismo no está entre los 100 mejores? –Bueno, pero cierto que las mujeres son más débiles y más pequeñas que los hombres, si es que hasta para abrir un frasco o alcanzar los estantes altos yo llamo a mi esposo. –De acuerdo Lusa, en general eso es así, a no ser que sea una mujer con entrenamiento físico, en ese caso, es de temer. Pero ¿eso qué importa? Ese es precisamente el punto importante del debate feminista, a mi modo de ver. El patriarcado, el sistema machista valora unas habilidades, cualidades o características de las personas, mientras que desprecia otras. Por ejemplo. En nuestra sociedad es más valioso ser fuerte, ser más alto, hablar más duro, tener pene. Mientras que ser menos fuerte, bajito, hablar suave y no tener pene es símbolo de inferioridad. Que un niño sea confundido con una niña es ofensivo para el niño. Y decir cosas como “corre como una niña, llora como una niña, habla como una niña” es un insulto ¿Por qué? –Yo me acuerdo que cuando mis primos peleaban, el peor insulto entre ellos era llamarse unos a otros son una versión femenina de su nombre. A Luis le decían Luisa y a Jaime, Jaima o Jaimita. Y eso los enfurecía. Pero no solo a ellos, a sus papás también! –Sí, yo también me acuerdo. Y esa es una de las pruebas del machismo. Para muchos hombres, ser confundido con una mujer es una ofensa, porque consideran a las mujeres inferiores. Qué tal que viviéramos en un sistema opresor pero que fueran las mujeres las que dominaran. Probablemente en nuestro sistema de valores, tener la voz grave sería visto como debilidad, la voz aguda sería dominante. Ser bruscos y violentos sería una desventaja. Probablemente ser fuerte o alto no sería una ventaja si los inventos fueran todos femeninos y pensados sólo para mujeres, teniendo a los hombres como apéndices nuestros que dependieran de nosotras (como por siglos las mujeres fueron respecto a los hombres). La arquitectura, el diseño estarían basados en las necesidades de las mujeres, así que ser altos y grandes sería una desventaja. Por poner sólo un ejemplo, los cinturones de seguridad serían como los de los pilotos o los bebés, teniendo en cuenta la anatomía femenina, no la masculina: O sea cómodos para las que tienen busto, no testículos. No como ahora que para nosotras son incómodos. El feminismo busca acabar la desigualdad, no busca cambiar una dominación por otra. Busca mostrar que ser pequeñas no es sinónimo de ser inferiores, porque en realidad la estatura no es una medida del valor de un ser humano, ni la fuerza muscular, ni el tono de voz, ni siquiera el famoso CI o coeficiente intelectual. ¿Qué determina el valor de un ser humano? Yo diría que eso depende de qué tipo de sociedad queremos construir. Por eso el feminismo no sólo beneficia a las mujeres, también le da a los hombres un sistema de valores diferente al del patriarcado, un sistema donde un hombre que llora no es menos hombre, como no es menos un hombre que limpia, cocina o cuida a los hijos. Un sistema de valores donde la violencia de cualquier tipo no es deseable ni aceptable. Donde las oportunidades no dependan de tu género, ni de si eres bonita o fea, gorda o flaca, alta o bajita… Por eso hay un día de la mujer, para recordarnos que todavía hay hombres como ese diputado neandertal, que piensan y afirman que las mujeres son inferiores al hombre y merecen menos. Por eso mi deseo para hoy y todos los días es: Que la igualdad te equilibre, que las oportunidades se abran como rosas, que el privilegio sea no pisar a nadie y que nadie se pare en tu cuerpo, ni en tu vida para llegar más alto. Que podamos vivir en un mundo donde no se mida a las personas por su fuerza, su estatura, su cintura. Video del diputado Polaco: https://www.youtube.com/watch?v=Ehq9SdFiUv4 Artículo sobre el número desigual de mujeres en el ajedrez: http://scienceblogs.com/notrocketscience/2008/12/23/why-are-there-so-few-female-chess-grandmasters/ ![]() El otro día muchas personas reprodujeron y mandaron indignadas el video del diputado polaco defendiendo la brecha salarial basada en lo que para él es la inferioridad de la mujer (ver abajo el enlace). Lo malo es que no está solo, muchos hombres piensan igual, solo que no lo dicen por temor a ser criticados. La cuestión es que estos hombres pensarán: tiene razón, las mujeres son más débiles y pequeñas y menos inteligentes, entonces son inferiores. Y lo peor es que muchas mujeres también lo pensarán: es verdad, mi novio (mi hermano, mi hijo, mi esposo…) es más fuerte y alto que yo. Y hasta sentirán que son menos inteligentes porque es fácil en una sociedad dominada por el machismo sentirse inferior, donde si no te discriminan abiertamente, se burlan de ti, te interrumpen, no te dejan hablar o simplemente no te hacen caso, te confinan en la cocina y no te dejan manejar…. –Espere, espere eso es una exageración. A mí nadie me confina en la cocina y nadie me prohíbe manejar. –Yo sé Lusa, no digo que haya un hombre que te obligue a cocinar, ni mucho menos, pero es algo sutil, que está en la sociedad y en los comportamientos diarios, en las situaciones cotidianas se puede ver. Por ejemplo, cuando ustedes van a una reunión familiar, de esas grandes con primos y tíos y abuelos ¿quiénes cocinan? ¿quienes atienden y sirven? ¿qué hacen los hombres en la reunión? ¿qué hacen las mujeres? ¿Ha intentado NO ir a la cocina y quedarse conversando con los hombres? ¿Nadie le dijo nada? ¿Ni indirectas, ni chistecitos ni burlas, ni críticas? –Pues la verdad es que odio esas reuniones por eso mismo… El otro día mi tío decía de la esposa de mi primo: ¡es una inútil! Yo me la imaginé tirada en el sofá viendo novelas todo el día y comiendo papas fritas, entonces le pregunté: ¿ella no hace nada? Me dijo: ¡No, nada! Y entonces mi tía, que hasta ese momento estaba callada escuchando nuestra conversación, intervino, suspirando y poniendo los ojos en blanco: No hace oficio, porque está estudiando un doctorado en química… –¿Si ve? Esa cultura machista… Bueno, y cuando sale a pasear en el carro con la familia, ¿quién maneja? ¿Qué pasaría si su prima, sin decir nada, simplemente se sienta en el puesto del conductor? –Pues yo creo que el esposo se moriría de la risa, como si fuera un chiste y la sacaría de allí. –Exacto, yo creo lo mismo, el hombre se reiría como si fuera muy chistoso, una situación imposible, que la esposa maneje como algo normal, diario, y él vaya sentado en el asiento del copiloto: intolerable. Y algunos se defenderán diciendo que las mujeres son unas brutas manejando. Tienen pruebas, hay docenas de videos de mujeres brutas manejando ¿sí o no? –Pues la verdad es que yo he visto varios –¿Y de hombres brutos manejando? –No, no hay muchos. –Será que cuando cuelgan un video de una mujer bruta manejando eso es precisamente lo que dicen: “mujer bruta manejando”, pero cuando cuelgan un vídeo de hombre bruto manejando usualmente no se hace énfasis en el género del conductor, sino en lo chistoso de la situación, por ejemplo: “accidentes graciosos de autos”. Mire un par de búsquedas: No es una competencia a ver quién es más bruto, simplemente se asume que las mujeres son brutas y eso hace que a la hora de buscar datos para comparar, los datos estén sesgados por los mismos prejuicios. ¡Y así es con casi todo! –Bueno, pero el hombre del video, el diputado dice que no hay una sola mujer entre los 100 mejores jugadores de ajedrez del mundo… Eso es verdad ¿no? Será que los hombres si son más inteligentes. –Ay Lusa… Eso da para mucha cháchara, café incluido o un buen vino. Yo no estoy de acuerdo. Primero que todos, hay varios estudios que dicen que la inteligencia no es tan fácil de medir… Pero de eso hablemos otro día con el tinto (el vino o el café, je, je). Lo segundo es que el hecho de que no haya mujeres entre los mejores jugadores de ajedrez es simplemente reflejo de que no hay muchas mujeres jugando ajedrez, a ningún nivel. Dicen que la proporción de niños y niñas que empiezan a jugar ajedrez es de 8:1. Por qué? No sé. Supongo que es una de esas cosas que se asume que es así: el ajedrez es para niños, no se promueve entre las niñas, o a lo mejor es algo que no llama la atención de las niñas o es intimidante para ellas, un mundo dominado por los hombres. O sea, si en el ancho mundo hubiera la misma proporción de niños y niñas jugando ajedrez, si hubiera la misma proporción de adolescentes y adultos, entonces sí sería diciente que no hubiera casi mujeres entre los 100 mejores jugadores. –Ya entiendo, es como si metiéramos 80 peces anaranjados en un estanque, de esas bailarinas, y solo 10 peces blancos y sacáramos unos cuantos, la probabilidad de sacar uno anaranjado es 8 veces más grande? –Si, algo así. Por eso sería interesante preguntarle al diputado si él juega ajedrez desde niño y es muy aficionado ¿por qué él mismo no está entre los 100 mejores? –Bueno, pero cierto que las mujeres son más débiles y más pequeñas que los hombres, si es que hasta para abrir un frasco o alcanzar los estantes altos yo llamo a mi esposo. –De acuerdo Lusa, en general eso es así, a no ser que sea una mujer con entrenamiento físico, en ese caso, es de temer. Pero ¿eso qué importa? Ese es precisamente el punto importante del debate feminista, a mi modo de ver. El patriarcado, el sistema machista valora unas habilidades, cualidades o características de las personas, mientras que desprecia otras. Por ejemplo. En nuestra sociedad es más valioso ser fuerte, ser más alto, hablar más duro, tener pene. Mientras que ser menos fuerte, bajito, hablar suave y no tener pene es símbolo de inferioridad. Que un niño sea confundido con una niña es ofensivo para el niño. Y decir cosas como “corre como una niña, llora como una niña, habla como una niña” es un insulto ¿Por qué? –Yo me acuerdo que cuando mis primos peleaban, el peor insulto entre ellos era llamarse unos a otros son una versión femenina de su nombre. A Luis le decían Luisa y a Jaime, Jaima o Jaimita. Y eso los enfurecía. Pero no solo a ellos, a sus papás también! –Sí, yo también me acuerdo. Y esa es una de las pruebas del machismo. Para muchos hombres, ser confundido con una mujer es una ofensa, porque consideran a las mujeres inferiores. Qué tal que viviéramos en un sistema opresor pero que fueran las mujeres las que dominaran. Probablemente en nuestro sistema de valores, tener la voz grave sería visto como debilidad, la voz aguda sería dominante. Ser bruscos y violentos sería una desventaja. Probablemente ser fuerte o alto no sería una ventaja si los inventos fueran todos femeninos y pensados sólo para mujeres, teniendo a los hombres como apéndices nuestros que dependieran de nosotras (como por siglos las mujeres fueron respecto a los hombres). La arquitectura, el diseño estarían basados en las necesidades de las mujeres, así que ser altos y grandes sería una desventaja. Por poner sólo un ejemplo, los cinturones de seguridad serían como los de los pilotos o los bebés, teniendo en cuenta la anatomía femenina, no la masculina: O sea cómodos para las que tienen busto, no testículos. No como ahora que para nosotras son incómodos. El feminismo busca acabar la desigualdad, no busca cambiar una dominación por otra. Busca mostrar que ser pequeñas no es sinónimo de ser inferiores, porque en realidad la estatura no es una medida del valor de un ser humano, ni la fuerza muscular, ni el tono de voz, ni siquiera el famoso CI o coeficiente intelectual. ¿Qué determina el valor de un ser humano? Yo diría que eso depende de qué tipo de sociedad queremos construir. Por eso el feminismo no sólo beneficia a las mujeres, también le da a los hombres un sistema de valores diferente al del patriarcado, un sistema donde un hombre que llora no es menos hombre, como no es menos un hombre que limpia, cocina o cuida a los hijos. Un sistema de valores donde la violencia de cualquier tipo no es deseable ni aceptable. Donde las oportunidades no dependan de tu género, ni de si eres bonita o fea, gorda o flaca, alta o bajita… Por eso hay un día de la mujer, para recordarnos que todavía hay hombres como ese diputado neandertal, que piensan y afirman que las mujeres son inferiores al hombre y merecen menos. Por eso mi deseo para hoy y todos los días es: Que la igualdad te equilibre, que las oportunidades se abran como rosas, que el privilegio sea no pisar a nadie y que nadie se pare en tu cuerpo, ni en tu vida para llegar más alto. Que podamos vivir en un mundo donde no se mida a las personas por su fuerza, su estatura, su cintura. Video del diputado Polaco: https://www.youtube.com/watch?v=Ehq9SdFiUv4 Artículo sobre el número desigual de mujeres en el ajedrez: http://scienceblogs.com/notrocketscience/2008/12/23/why-are-there-so-few-female-chess-grandmasters/ El otro día muchas personas reprodujeron y mandaron indignadas el video del diputado polaco defendiendo la brecha salarial basada en lo que para él es la inferioridad de la mujer (ver abajo el enlace). Lo malo es que no está solo, muchos hombres piensan igual, solo que no lo dicen por temor a ser criticados. La cuestión es que estos hombres pensarán: tiene razón, las mujeres son más débiles y pequeñas y menos inteligentes, entonces son inferiores. Y lo peor es que muchas mujeres también lo pensarán: es verdad, mi novio (mi hermano, mi hijo, mi esposo…) es más fuerte y alto que yo. Y hasta sentirán que son menos inteligentes porque es fácil en una sociedad dominada por el machismo sentirse inferior, donde si no te discriminan abiertamente, se burlan de ti, te interrumpen, no te dejan hablar o simplemente no te hacen caso, te confinan en la cocina y no te dejan manejar…. –Espere, espere eso es una exageración. A mí nadie me confina en la cocina y nadie me prohíbe manejar. –Yo sé Lusa, no digo que haya un hombre que te obligue a cocinar, ni mucho menos, pero es algo sutil, que está en la sociedad y en los comportamientos diarios, en las situaciones cotidianas se puede ver. Por ejemplo, cuando ustedes van a una reunión familiar, de esas grandes con primos y tíos y abuelos ¿quiénes cocinan? ¿quienes atienden y sirven? ¿qué hacen los hombres en la reunión? ¿qué hacen las mujeres? ¿Ha intentado NO ir a la cocina y quedarse conversando con los hombres? ¿Nadie le dijo nada? ¿Ni indirectas, ni chistecitos ni burlas, ni críticas? –Pues la verdad es que odio esas reuniones por eso mismo… El otro día mi tío decía de la esposa de mi primo: ¡es una inútil! Yo me la imaginé tirada en el sofá viendo novelas todo el día y comiendo papas fritas, entonces le pregunté: ¿ella no hace nada? Me dijo: ¡No, nada! Y entonces mi tía, que hasta ese momento estaba callada escuchando nuestra conversación, intervino, suspirando y poniendo los ojos en blanco: No hace oficio, porque está estudiando un doctorado en química… –¿Si ve? Esa cultura machista… Bueno, y cuando sale a pasear en el carro con la familia, ¿quién maneja? ¿Qué pasaría si su prima, sin decir nada, simplemente se sienta en el puesto del conductor? –Pues yo creo que el esposo se moriría de la risa, como si fuera un chiste y la sacaría de allí. –Exacto, yo creo lo mismo, el hombre se reiría como si fuera muy chistoso, una situación imposible, que la esposa maneje como algo normal, diario, y él vaya sentado en el asiento del copiloto: intolerable. Y algunos se defenderán diciendo que las mujeres son unas brutas manejando. Tienen pruebas, hay docenas de videos de mujeres brutas manejando ¿sí o no? –Pues la verdad es que yo he visto varios –¿Y de hombres brutos manejando? –No, no hay muchos. –Será que cuando cuelgan un video de una mujer bruta manejando eso es precisamente lo que dicen: “mujer bruta manejando”, pero cuando cuelgan un vídeo de hombre bruto manejando usualmente no se hace énfasis en el género del conductor, sino en lo chistoso de la situación, por ejemplo: “accidentes graciosos de autos”. Mire un par de búsquedas: No es una competencia a ver quién es más bruto, simplemente se asume que las mujeres son brutas y eso hace que a la hora de buscar datos para comparar, los datos estén sesgados por los mismos prejuicios. ¡Y así es con casi todo! –Bueno, pero el hombre del video, el diputado dice que no hay una sola mujer entre los 100 mejores jugadores de ajedrez del mundo… Eso es verdad ¿no? Será que los hombres si son más inteligentes. –Ay Lusa… Eso da para mucha cháchara, café incluido o un buen vino. Yo no estoy de acuerdo. Primero que todos, hay varios estudios que dicen que la inteligencia no es tan fácil de medir… Pero de eso hablemos otro día con el tinto (el vino o el café, je, je). Lo segundo es que el hecho de que no haya mujeres entre los mejores jugadores de ajedrez es simplemente reflejo de que no hay muchas mujeres jugando ajedrez, a ningún nivel. Dicen que la proporción de niños y niñas que empiezan a jugar ajedrez es de 8:1. Por qué? No sé. Supongo que es una de esas cosas que se asume que es así: el ajedrez es para niños, no se promueve entre las niñas, o a lo mejor es algo que no llama la atención de las niñas o es intimidante para ellas, un mundo dominado por los hombres. O sea, si en el ancho mundo hubiera la misma proporción de niños y niñas jugando ajedrez, si hubiera la misma proporción de adolescentes y adultos, entonces sí sería diciente que no hubiera casi mujeres entre los 100 mejores jugadores. –Ya entiendo, es como si metiéramos 80 peces anaranjados en un estanque, de esas bailarinas, y solo 10 peces blancos y sacáramos unos cuantos, la probabilidad de sacar uno anaranjado es 8 veces más grande? –Si, algo así. Por eso sería interesante preguntarle al diputado si él juega ajedrez desde niño y es muy aficionado ¿por qué él mismo no está entre los 100 mejores? –Bueno, pero cierto que las mujeres son más débiles y más pequeñas que los hombres, si es que hasta para abrir un frasco o alcanzar los estantes altos yo llamo a mi esposo. –De acuerdo Lusa, en general eso es así, a no ser que sea una mujer con entrenamiento físico, en ese caso, es de temer. Pero ¿eso qué importa? Ese es precisamente el punto importante del debate feminista, a mi modo de ver. El patriarcado, el sistema machista valora unas habilidades, cualidades o características de las personas, mientras que desprecia otras. Por ejemplo. En nuestra sociedad es más valioso ser fuerte, ser más alto, hablar más duro, tener pene. Mientras que ser menos fuerte, bajito, hablar suave y no tener pene es símbolo de inferioridad. Que un niño sea confundido con una niña es ofensivo para el niño. Y decir cosas como “corre como una niña, llora como una niña, habla como una niña” es un insulto ¿Por qué? –Yo me acuerdo que cuando mis primos peleaban, el peor insulto entre ellos era llamarse unos a otros son una versión femenina de su nombre. A Luis le decían Luisa y a Jaime, Jaima o Jaimita. Y eso los enfurecía. Pero no solo a ellos, a sus papás también! –Sí, yo también me acuerdo. Y esa es una de las pruebas del machismo. Para muchos hombres, ser confundido con una mujer es una ofensa, porque consideran a las mujeres inferiores. Qué tal que viviéramos en un sistema opresor pero que fueran las mujeres las que dominaran. Probablemente en nuestro sistema de valores, tener la voz grave sería visto como debilidad, la voz aguda sería dominante. Ser bruscos y violentos sería una desventaja. Probablemente ser fuerte o alto no sería una ventaja si los inventos fueran todos femeninos y pensados sólo para mujeres, teniendo a los hombres como apéndices nuestros que dependieran de nosotras (como por siglos las mujeres fueron respecto a los hombres). La arquitectura, el diseño estarían basados en las necesidades de las mujeres, así que ser altos y grandes sería una desventaja. Por poner sólo un ejemplo, los cinturones de seguridad serían como los de los pilotos o los bebés, teniendo en cuenta la anatomía femenina, no la masculina: O sea cómodos para las que tienen busto, no testículos. No como ahora que para nosotras son incómodos. El feminismo busca acabar la desigualdad, no busca cambiar una dominación por otra. Busca mostrar que ser pequeñas no es sinónimo de ser inferiores, porque en realidad la estatura no es una medida del valor de un ser humano, ni la fuerza muscular, ni el tono de voz, ni siquiera el famoso CI o coeficiente intelectual. ¿Qué determina el valor de un ser humano? Yo diría que eso depende de qué tipo de sociedad queremos construir. Por eso el feminismo no sólo beneficia a las mujeres, también le da a los hombres un sistema de valores diferente al del patriarcado, un sistema donde un hombre que llora no es menos hombre, como no es menos un hombre que limpia, cocina o cuida a los hijos. Un sistema de valores donde la violencia de cualquier tipo no es deseable ni aceptable. Donde las oportunidades no dependan de tu género, ni de si eres bonita o fea, gorda o flaca, alta o bajita… Por eso hay un día de la mujer, para recordarnos que todavía hay hombres como ese diputado neandertal, que piensan y afirman que las mujeres son inferiores al hombre y merecen menos. Por eso mi deseo para hoy y todos los días es: Que la igualdad te equilibre, que las oportunidades se abran como rosas, que el privilegio sea no pisar a nadie y que nadie se pare en tu cuerpo, ni en tu vida para llegar más alto. Que podamos vivir en un mundo donde no se mida a las personas por su fuerza, su estatura, su cintura. Video del diputado Polaco: https://www.youtube.com/watch?v=Ehq9SdFiUv4 Artículo sobre el número desigual de mujeres en el ajedrez: http://scienceblogs.com/notrocketscience/2008/12/23/why-are-there-so-few-female-chess-grandmasters/ El otro día muchas personas reprodujeron y mandaron indignadas el video del diputado polaco defendiendo la brecha salarial basada en lo que para él es la inferioridad de la mujer (ver abajo el enlace). Lo malo es que no está solo, muchos hombres piensan igual, solo que no lo dicen por temor a ser criticados. La cuestión es que estos hombres pensarán: tiene razón, las mujeres son más débiles y pequeñas y menos inteligentes, entonces son inferiores. Y lo peor es que muchas mujeres también lo pensarán: es verdad, mi novio (mi hermano, mi hijo, mi esposo…) es más fuerte y alto que yo. Y hasta sentirán que son menos inteligentes porque es fácil en una sociedad dominada por el machismo sentirse inferior, donde si no te discriminan abiertamente, se burlan de ti, te interrumpen, no te dejan hablar o simplemente no te hacen caso, te confinan en la cocina y no te dejan manejar…. –Espere, espere eso es una exageración. A mí nadie me confina en la cocina y nadie me prohíbe manejar– dijo Lusa cuando yo empecé a despotricar del mundo. (Les presento a Lusa en la página principal y aquí abajo también les cuento quién es). –Yo sé Lusa, no digo que haya un hombre que te obligue a cocinar, ni mucho menos, pero es algo sutil, que está en la sociedad y en los comportamientos diarios, en las situaciones cotidianas se puede ver. Por ejemplo, cuando ustedes van a una reunión familiar, de esas grandes con primos y tíos y abuelos ¿quiénes cocinan? ¿quienes atienden y sirven? ¿qué hacen los hombres en la reunión? ¿qué hacen las mujeres? ¿Ha intentado NO ir a la cocina y quedarse conversando con los hombres? ¿Nadie le dijo nada? ¿Ni indirectas, ni chistecitos ni burlas, ni críticas? –Pues la verdad es que odio esas reuniones por eso mismo… El otro día mi tío decía de la esposa de mi primo: ¡es una inútil! Yo me la imaginé tirada en el sofá viendo novelas todo el día y comiendo papas fritas, entonces le pregunté: ¿ella no hace nada? Me dijo: ¡No, nada! Y entonces mi tía, que hasta ese momento estaba callada escuchando nuestra conversación, intervino, suspirando y poniendo los ojos en blanco: No hace oficio porque está estudiando un doctorado en química… –¿Si ve? Esa cultura machista… Bueno, y cuando sale a pasear en el carro con la familia, ¿quién maneja? ¿Qué pasaría si su prima, sin decir nada, simplemente se sienta en el puesto del conductor? –Pues yo creo que el esposo se moriría de la risa, como si fuera un chiste y la sacaría de allí. –Exacto, yo creo lo mismo, el hombre se reiría como si fuera muy chistoso, una situación imposible, que la esposa maneje como algo normal, diario, y él vaya sentado en el asiento del copiloto: intolerable. Y algunos se defenderán diciendo que las mujeres son unas brutas manejando. Tienen pruebas, hay docenas de videos de mujeres brutas manejando ¿sí o no? –Pues la verdad es que yo he visto varios –¿Y de hombres brutos manejando? –No, no hay muchos. –Será que cuando cuelgan un video de una mujer bruta manejando eso es precisamente lo que dicen: “mujer bruta manejando”, pero cuando cuelgan un vídeo de hombre bruto manejando usualmente no se hace énfasis en el género del conductor, sino en lo chistoso de la situación, por ejemplo: “accidentes graciosos de autos”. Mire un par de búsquedas: ![]() El otro día muchas personas reprodujeron y mandaron indignadas el video del diputado polaco defendiendo la brecha salarial basada en lo que para él es la inferioridad de la mujer (ver abajo el enlace). Lo malo es que no está solo, muchos hombres piensan igual, solo que no lo dicen por temor a ser criticados. La cuestión es que estos hombres pensarán: tiene razón, las mujeres son más débiles y pequeñas y menos inteligentes, entonces son inferiores. Y lo peor es que muchas mujeres también lo pensarán: es verdad, mi novio (mi hermano, mi hijo, mi esposo…) es más fuerte y alto que yo. Y hasta sentirán que son menos inteligentes porque es fácil en una sociedad dominada por el machismo sentirse inferior, donde si no te discriminan abiertamente, se burlan de ti, te interrumpen, no te dejan hablar o simplemente no te hacen caso, te confinan en la cocina y no te dejan manejar…. –Espere, espere eso es una exageración. A mí nadie me confina en la cocina y nadie me prohíbe manejar. –Yo sé Lusa, no digo que haya un hombre que te obligue a cocinar, ni mucho menos, pero es algo sutil, que está en la sociedad y en los comportamientos diarios, en las situaciones cotidianas se puede ver. Por ejemplo, cuando ustedes van a una reunión familiar, de esas grandes con primos y tíos y abuelos ¿quiénes cocinan? ¿quienes atienden y sirven? ¿qué hacen los hombres en la reunión? ¿qué hacen las mujeres? ¿Ha intentado NO ir a la cocina y quedarse conversando con los hombres? ¿Nadie le dijo nada? ¿Ni indirectas, ni chistecitos ni burlas, ni críticas? –Pues la verdad es que odio esas reuniones por eso mismo… El otro día mi tío decía de la esposa de mi primo: ¡es una inútil! Yo me la imaginé tirada en el sofá viendo novelas todo el día y comiendo papas fritas, entonces le pregunté: ¿ella no hace nada? Me dijo: ¡No, nada! Y entonces mi tía, que hasta ese momento estaba callada escuchando nuestra conversación, intervino, suspirando y poniendo los ojos en blanco: No hace oficio, porque está estudiando un doctorado en química… –¿Si ve? Esa cultura machista… Bueno, y cuando sale a pasear en el carro con la familia, ¿quién maneja? ¿Qué pasaría si su prima, sin decir nada, simplemente se sienta en el puesto del conductor? –Pues yo creo que el esposo se moriría de la risa, como si fuera un chiste y la sacaría de allí. –Exacto, yo creo lo mismo, el hombre se reiría como si fuera muy chistoso, una situación imposible, que la esposa maneje como algo normal, diario, y él vaya sentado en el asiento del copiloto: intolerable. Y algunos se defenderán diciendo que las mujeres son unas brutas manejando. Tienen pruebas, hay docenas de videos de mujeres brutas manejando ¿sí o no? –Pues la verdad es que yo he visto varios –¿Y de hombres brutos manejando? –No, no hay muchos. –Será que cuando cuelgan un video de una mujer bruta manejando eso es precisamente lo que dicen: “mujer bruta manejando”, pero cuando cuelgan un vídeo de hombre bruto manejando usualmente no se hace énfasis en el género del conductor, sino en lo chistoso de la situación, por ejemplo: “accidentes graciosos de autos”. Mire un par de búsquedas: No es una competencia a ver quién es más bruto, simplemente se asume que las mujeres son brutas y eso hace que a la hora de buscar datos para comparar, los datos estén sesgados por los mismos prejuicios. ¡Y así es con casi todo! –Bueno, pero el hombre del video, el diputado dice que no hay una sola mujer entre los 100 mejores jugadores de ajedrez del mundo… Eso es verdad ¿no? Será que los hombres si son más inteligentes. –Ay Lusa… Eso da para mucha cháchara, café incluido o un buen vino. Yo no estoy de acuerdo. Primero que todos, hay varios estudios que dicen que la inteligencia no es tan fácil de medir… Pero de eso hablemos otro día con el tinto (el vino o el café, je, je). Lo segundo es que el hecho de que no haya mujeres entre los mejores jugadores de ajedrez es simplemente reflejo de que no hay muchas mujeres jugando ajedrez, a ningún nivel. Dicen que la proporción de niños y niñas que empiezan a jugar ajedrez es de 8:1. Por qué? No sé. Supongo que es una de esas cosas que se asume que es así: el ajedrez es para niños, no se promueve entre las niñas, o a lo mejor es algo que no llama la atención de las niñas o es intimidante para ellas, un mundo dominado por los hombres. O sea, si en el ancho mundo hubiera la misma proporción de niños y niñas jugando ajedrez, si hubiera la misma proporción de adolescentes y adultos, entonces sí sería diciente que no hubiera casi mujeres entre los 100 mejores jugadores. –Ya entiendo, es como si metiéramos 80 peces anaranjados en un estanque, de esas bailarinas, y solo 10 peces blancos y sacáramos unos cuantos, la probabilidad de sacar uno anaranjado es 8 veces más grande? –Si, algo así. Por eso sería interesante preguntarle al diputado si él juega ajedrez desde niño y es muy aficionado ¿por qué él mismo no está entre los 100 mejores? –Bueno, pero cierto que las mujeres son más débiles y más pequeñas que los hombres, si es que hasta para abrir un frasco o alcanzar los estantes altos yo llamo a mi esposo. –De acuerdo Lusa, en general eso es así, a no ser que sea una mujer con entrenamiento físico, en ese caso, es de temer. Pero ¿eso qué importa? Ese es precisamente el punto importante del debate feminista, a mi modo de ver. El patriarcado, el sistema machista valora unas habilidades, cualidades o características de las personas, mientras que desprecia otras. Por ejemplo. En nuestra sociedad es más valioso ser fuerte, ser más alto, hablar más duro, tener pene. Mientras que ser menos fuerte, bajito, hablar suave y no tener pene es símbolo de inferioridad. Que un niño sea confundido con una niña es ofensivo para el niño. Y decir cosas como “corre como una niña, llora como una niña, habla como una niña” es un insulto ¿Por qué? –Yo me acuerdo que cuando mis primos peleaban, el peor insulto entre ellos era llamarse unos a otros son una versión femenina de su nombre. A Luis le decían Luisa y a Jaime, Jaima o Jaimita. Y eso los enfurecía. Pero no solo a ellos, a sus papás también! –Sí, yo también me acuerdo. Y esa es una de las pruebas del machismo. Para muchos hombres, ser confundido con una mujer es una ofensa, porque consideran a las mujeres inferiores. Qué tal que viviéramos en un sistema opresor pero que fueran las mujeres las que dominaran. Probablemente en nuestro sistema de valores, tener la voz grave sería visto como debilidad, la voz aguda sería dominante. Ser bruscos y violentos sería una desventaja. Probablemente ser fuerte o alto no sería una ventaja si los inventos fueran todos femeninos y pensados sólo para mujeres, teniendo a los hombres como apéndices nuestros que dependieran de nosotras (como por siglos las mujeres fueron respecto a los hombres). La arquitectura, el diseño estarían basados en las necesidades de las mujeres, así que ser altos y grandes sería una desventaja. Por poner sólo un ejemplo, los cinturones de seguridad serían como los de los pilotos o los bebés, teniendo en cuenta la anatomía femenina, no la masculina: O sea cómodos para las que tienen busto, no testículos. No como ahora que para nosotras son incómodos. El feminismo busca acabar la desigualdad, no busca cambiar una dominación por otra. Busca mostrar que ser pequeñas no es sinónimo de ser inferiores, porque en realidad la estatura no es una medida del valor de un ser humano, ni la fuerza muscular, ni el tono de voz, ni siquiera el famoso CI o coeficiente intelectual. ¿Qué determina el valor de un ser humano? Yo diría que eso depende de qué tipo de sociedad queremos construir. Por eso el feminismo no sólo beneficia a las mujeres, también le da a los hombres un sistema de valores diferente al del patriarcado, un sistema donde un hombre que llora no es menos hombre, como no es menos un hombre que limpia, cocina o cuida a los hijos. Un sistema de valores donde la violencia de cualquier tipo no es deseable ni aceptable. Donde las oportunidades no dependan de tu género, ni de si eres bonita o fea, gorda o flaca, alta o bajita… Por eso hay un día de la mujer, para recordarnos que todavía hay hombres como ese diputado neandertal, que piensan y afirman que las mujeres son inferiores al hombre y merecen menos. Por eso mi deseo para hoy y todos los días es: Que la igualdad te equilibre, que las oportunidades se abran como rosas, que el privilegio sea no pisar a nadie y que nadie se pare en tu cuerpo, ni en tu vida para llegar más alto. Que podamos vivir en un mundo donde no se mida a las personas por su fuerza, su estatura, su cintura. Video del diputado Polaco: https://www.youtube.com/watch?v=Ehq9SdFiUv4 Artículo sobre el número desigual de mujeres en el ajedrez: http://scienceblogs.com/notrocketscience/2008/12/23/why-are-there-so-few-female-chess-grandmasters/ No es una competencia a ver quién es más bruto, simplemente se asume que las mujeres son brutas y eso hace que a la hora de buscar datos para comparar, los datos estén sesgados por los mismos prejuicios. ¡Y así es con casi todo! –Bueno, pero el hombre del video, el diputado dice que no hay una sola mujer entre los 100 mejores jugadores de ajedrez del mundo… Eso es verdad ¿no? Será que los hombres si son más inteligentes. –Ay Lusa… Eso da para mucha cháchara, café incluido o un buen vino. Yo no estoy de acuerdo. Primero que todo, hay varios estudios que dicen que la inteligencia no es tan fácil de medir… Pero de eso hablemos otro día con el tinto (el vino o el café, je, je). Lo segundo es que el hecho de que no haya mujeres entre los mejores jugadores de ajedrez es simplemente reflejo de que no hay muchas mujeres jugando ajedrez, a ningún nivel. Dicen que la proporción de niños y niñas que empiezan a jugar ajedrez es de 8:1. Por qué? No sé. Supongo que es una de esas cosas que se asume que es así: el ajedrez es para niños, no se promueve entre las niñas, o a lo mejor es algo que no llama la atención de las niñas o es intimidante para ellas, un mundo dominado por los hombres. O sea, si en el ancho mundo hubiera la misma proporción de niños y niñas jugando ajedrez, si hubiera la misma proporción de adolescentes y adultos, entonces sí sería diciente que no hubiera casi mujeres entre los 100 mejores jugadores. –Ya entiendo, es como si metiéramos 80 peces anaranjados en un estanque, de esas bailarinas, y solo 10 peces blancos y sacáramos unos cuantos, la probabilidad de sacar uno anaranjado es 8 veces más grande? –Si, algo así. Por eso sería interesante preguntarle al diputado si él juega ajedrez desde niño y es muy aficionado ¿por qué él mismo no está entre los 100 mejores? –Bueno, pero cierto que las mujeres son más débiles y más pequeñas que los hombres, si es que hasta para abrir un frasco o alcanzar los estantes altos yo llamo a mi esposo. –De acuerdo Lusa, yo también soy bajita y floja, y en general eso es así. Pero ¿eso qué importa? Ese es precisamente el punto importante del debate feminista, a mi modo de ver. El patriarcado, el sistema machista valora unas habilidades, cualidades o características de las personas, mientras que desprecia otras. Por ejemplo. En nuestra sociedad es más valioso ser fuerte, ser más alto, hablar más duro, tener pene. Mientras que ser menos fuerte, bajito, hablar suave y no tener pene es símbolo de inferioridad. Que un niño sea confundido con una niña es ofensivo para el niño. Y decir cosas como “corre como una niña, llora como una niña, habla como una niña” es un insulto ¿Por qué? –Yo me acuerdo que cuando mis primos peleaban, el peor insulto entre ellos era llamarse unos a otros son una versión femenina de su nombre. A Luis le decían Luisa y a Jaime, Jaima o Jaimita. Y eso los enfurecía. Pero no solo a ellos, a sus papás también! –Sí, yo también me acuerdo. Y esa es una de las pruebas del machismo. Para muchos hombres, ser confundido con una mujer es una ofensa, porque consideran a las mujeres inferiores. Qué tal que viviéramos en un sistema opresor pero que fueran las mujeres las que dominaran. Probablemente en nuestro sistema de valores, tener la voz grave sería visto como debilidad, la voz aguda sería dominante. Ser bruscos y violentos sería una desventaja. Probablemente ser fuerte o alto no sería una ventaja si los inventos fueran todos femeninos y pensados sólo para mujeres, teniendo a los hombres como apéndices nuestros que dependieran de nosotras (como por siglos las mujeres fueron respecto a los hombres). La arquitectura, el diseño estarían basados en las necesidades de las mujeres, así que ser altos y grandes sería una desventaja. Por poner sólo un ejemplo, los cinturones de seguridad serían algo parecido a los de los pilotos o los bebés, teniendo en cuenta la anatomía femenina, no la masculina, con las tiras pasando por el centro del pecho y no aplastando los senos. En esa sociedad hipotética opresora, los cinturones serían cómodos y seguros en primer lugar para las que tienen busto y no importaría si lo es para los que tienen testículos. En una sociedad inclusiva e igualitaria, los cinturones serían cómodos y seguros PARA TODOS. El feminismo busca acabar la desigualdad, no busca cambiar una dominación por otra. Busca mostrar que ser pequeñas no es sinónimo de ser inferiores, porque en realidad la estatura no es una medida del valor de un ser humano, ni la fuerza muscular, ni el tono de voz, ni siquiera el famoso CI o coeficiente intelectual. El valor de una mujer no está dado por la valoración de un hombre y el valor de ningún ser humano está dado por unas características físicas ¿Qué determina el valor de un ser humano? Yo diría que eso depende de qué tipo de sociedad queremos construir. Por eso el feminismo no sólo beneficia a las mujeres, también le da a los hombres un sistema de valores diferente al del patriarcado, un sistema donde un hombre que llora no es menos hombre, como no es menos un hombre que limpia, cocina o cuida a los hijos. Un sistema de valores donde la violencia de cualquier tipo no es deseable ni aceptable. Donde las oportunidades no dependan de tu género, ni de si eres bonita o fea, gorda o flaca, alta o bajita… Por eso hay un día de la mujer, para recordarnos que todavía hay hombres como ese diputado neandertal, que piensan y afirman que las mujeres son inferiores al hombre y merecen menos. Por eso también mi deseo para hoy y todos los días es: Que la igualdad te equilibre, que las oportunidades se abran como rosas, que el privilegio sea no pisar a nadie y que nadie se pare en tu cuerpo, ni en tu vida para llegar más alto. Que podamos vivir en un mundo donde no se mida a las personas por su fuerza, su estatura, su cintura. * Les presento a Luisa: Luisa siempre ha sido bastante idealista, incluso un poco ilusa. En el colegio la llamaban ilusa Luisa, Luisa la ilusa, y repetían en coro “lusa luisa, lusa luisa”, hasta que se quedó Lusa para todos. Su talante tímido y callado pasa desapercibido ante su figura alta y gruesa. No es gorda, es maciza. Lo que al final termina siendo una buena combinación ya que nadie se fija en su timidez extrema pues su presencia impone cierto respeto. Quienes la conocen superficialmente la describen como una persona de autoridad y muy discreta, lo que hubiera sorprendido a Lusa de haberlo escuchado. Su rostro podría decirse que es angelical. No es hermosa, pero su mirada de inocencia, y su sonrisa verdadera hacen que parezca más bella de lo que es. Su largo cabello lacio contribuye a este parecer, mientras que las gafas le dan cierto aire de inteligencia. El resultado es una Lusa muy creíble. Sobre todo porque ella no es consciente de su imagen, ni intenta sacarle provecho. Fue precisamente su idealismo lo que la llevó a estudiar derecho: quería un mundo justo. Fue su candidez lo que la empujó a trabajar en una corporación ambiental: quería salvar al mundo. Pero fue su figura la que le abrió las puertas en ambos casos. Así que aquí tenemos a Lusa, esta abogada honesta, defensora de los pobres, de las especies en peligro y del planeta. Esta persona que abre las puertas sin darse cuenta, pensando que están abiertas para todos. Esta mujer que parece más y se siente menos de lo que es. Video del diputado Polaco: https://www.youtube.com/watch?v=Ehq9SdFiUv4 Artículo sobre el número desigual de mujeres en el ajedrez: http://scienceblogs.com/notrocketscience/2008/12/23/why-are-there-so-few-female-chess-grandmasters/
En estos días en que las elecciones presidenciales en EEUU están a punto de dejarnos a todos con los nervios destrozados, leí un artículo en una revista virtual que me pareció muy apropiado. El escritor nos cuenta acerca de algún actor a quien un fan le pidió que le dijera a sus admiradores que salieran todos a votar. El actor, con mucho sentido común, le respondió, entre otras cosas, lo siguiente: (abajo les dejo el enlace por si quieren leerlo todo y saber qué actor es, la verdad yo no lo reconozco).
“Votar es un derecho, no un deber, no es una obligación moral. Como todos los derechos, el voto viene con algunas responsabilidades, pero tal como están las cosas, el listón no está muy alto que digamos. Aquellos que creen en ovnis y extraterrestres caminando entre nosotros son bienvenidos en las urnas. Si usted cree que el mundo es plano y que el viaje a la luna fue un montaje, está igualmente invitado a votar. Astrólogos, racistas, cazadores de fantasmas, sexistas y personas que toman sus decisiones diarias preguntándole a algún juego de moda, a todas se les permite participar. De hecho son animadas a hacerlo."
“La realidad innegable es esta: nuestro derecho al voto no requiere ningún entendimiento de la actualidad, ni ningún conocimiento de cómo funciona el gobierno. Cuando las celebridades sale a decir que ‘todos los votos cuentan’ tienen toda la razón. Pero cuando nos dicen que ‘todas las personas deberían salir a votar’ sin importar lo que esas personas piensen o crean, me pregunto ¿qué se estarán fumando?”
Y al final concluye “El país no necesita votantes que tengan que ser engatusados, seducidos o persuadidos para que voten. Necesitamos votantes que deseen participar en el proceso. Así que si realmente quiere que diga algo político, qué le parece esto: ¡Lean más! Apliquen unas horas a la semana a estudiar historia, naturaleza humana, y teorías económicas. Comiencen con “Economía en una lección”. Luego intenten con Keynes, después Hayek, Marx, Hegel. Desarrollen una visión global, una teoría que puedan expresar claramente y defender. Prueben su teoría con personas que no estén de acuerdo con ustedes. Hagan debates, argumenten. Ajusten su teoría si es necesario. Luego, cuando sean las próximas elecciones, voten por el candidato cuyas teorías estén en concordancia con las suyas. O no. No tiene que votar. El derecho de reunirse en asambleas, el derecho a protestar y hablar con libertad fueron incluidos en las Constituciones para asegurar que las mejores ideas y los mejores candidatos saldrían del proceso más transparente posible. Recuerde, no hay nada de patriota en votar sólo por el hecho de votar.” 1
Me pareció muy acertado, sobretodo sabiendo lo que ha pasado en Reino Unido con el Brexit y en Colombia con el plebiscito por la paz. En ambos casos los resultados fueron sorprendentes, pues nadie se esperaba que los ciudadanos rechazaran las propuestas que proponían unidad en un caso y paz en el otro, y escogieran la incertidumbre. En Reino Unido fue claro que la gente no sabía por qué estaba votando, muchos pensaron que el Brexit tenía que ver con la inmigración y eligieron la opción de salir (Gran Bretaña de la Unión Europea), creyendo que se refería a que los inmigrantes salieran de su país.
En el caso de Colombia fueron muchas las ideas falsas que se difundieron, pero en general, la idea primordial fue: no al perdón, no la “impunidad”. En los dos países, las masas no tenían ni idea de qué era lo que en realidad estaban votando y fueron manipulados por los medios, que a su vez fueron manipulados por intereses particulares.
En el caso de Estados Unidos, incluso si Donald Trump no es electo presidente mañana, el hecho de que haya llegado hasta aquí y haya sido aceptado por el partido Republicano como su candidato presidencial es una muestra del mismo problema. Las masas ignorantes, manipuladas por los medios y estos manipulados por intereses particulares.
Pero yo aún voy más allá y pienso que el problema principal en todos estos casos no es la ignorancia de muchos de los votantes. Sí, hay una proporción de personas cuya ignorancia es inquebrantable y creen absolutamente todo lo que les diga el candidato que les gusta o los medios que escuchan (no leen), aunque lo que diga sea totalmente absurdo; y no dejan de creer, incluso mostrándoles datos y hechos contundentes. Lo hemos visto en Colombia, con la campaña del No, de la que sabemos que fue totalmente fabricada con mentiras. Tenemos la confesión de su gerente, tenemos los documentos originales de la propuesta de paz donde se puede constatar tan fácilmente como leyéndolos, que lo que dijeron en la campaña son mentiras absurdas, y aun así muchos de los que votaron No todavía siguen empecinados en las mismas ideas. Lo vemos en EEUU, con Donald Trump, que puede decir hoy una cosa frente a las cámaras y mañana negarlo desvergonzadamente y la gente le cree. Y sigue empatado en las encuestas ¡Aunque existan los video donde se ve y se oye él mismo diciendo lo que dijo hace apenas unos días! Es de locos. ¿Pero por qué creen tan fácilmente? ¿Por qué no hay manera de mostrarles la verdad? Porque eso es lo que quieren oír. En el caso de GB, no les importaba salir o no de la Unión Europea. Es más, no sabían que eso era exactamente lo que estaban votando. Solo los motivaba un discurso racista, xenófobo y de ultraderecha: Mi país es mío, no lo voy a compartir con nadie, los extranjeros son los que nos tienen en la ruina. Que es en últimas el mismo discurso de Trump en EEUU. Y en el caso de Colombia, el odio también fue el ganador. No nos equivoquemos, lo que ha determinado el triunfo de todas estas elecciones no es la ignorancia del pueblo, es el odio, la falta de tolerancia, la discriminación de una triste mayoría de personas. Ignorancia hubo tanto en los que votaron una cosa como la contraria. Muy pocas personas entendían qué era eso del Brexit, es más, nadie, ni siquiera los promotores del Brexit, sabía con certeza lo que pasaría al salirse, pero entre todo lo que se ignoraba, algunos sin saber ni entender completamente votaron por la unidad, por la aceptación, por la inclusión. En Colombia muy pocas personas se leyeron los acuerdos. Probablemente los únicos que los entendían al 100% eran los que los redactaron. Sin embargo, dentro de toda esa ignorancia, algunos le apostamos al perdón, a la paz con reparación y verdad, al amor, a la inclusión. Pero ganó el odio. Eso es lo que nos ha dejado al resto del mundo en duelo, desesperanzados. Porque no podemos reconocer en ese odio a las personas que queremos. Porque no logramos conciliar el supuesto mensaje religioso de esa mayoría con la actitud intolerante que profesan. Porque vemos en el mundo entero un triunfo de la ultraderecha elitista, de la exclusión, del colonialismo. Un triunfo del odio. Por eso en las próximas elecciones, si va a votar, por favor lea. Si quiere prebendas, no vote. O mejor, ame. 1 http://qpolitical.com/24-hours-after-last-nights-debate-mike-rowe-makes-a-huge-confession-on-what-he-see-wrong-with-this-election/ ![]() Por Luz Stella Mejía A las nueve, simulacro de tornado, me dijeron el martes pasado en la oficina. Y efectivamente, muy juiciosos, a las nueve todos fuimos al cuarto sin ventanas, el más seguro en caso de tornado. Mientras estábamos allí, una docena de personas de pie, en un cuarto de 5x5, sin saber dónde poner los ojos, todos sintiéndonos incómodos de tener que reducir nuestro espacio vital, me puse a hacer preguntas; o sea, a incomodar aún más a la concurrencia, pero qué se le va a hacer, está en mis venas. ¿Hace cuánto viven en esta área? pregunté. Cinco años, diez, 18, 25… fueron las respuestas. ¿Y cuántas veces han experimentado en carne propia un tornado? Ninguna. Uhhm, interesante. Entonces podríamos decir que la probabilidad de un tornado aquí en Washington es muy bajita. Silencio en la sala, miradas de soslayo, gestos de “ella no viene conmigo”. De ahí en adelante discurrí las preguntas en mi interior, no fuera que me sacaran del cuarto y en ese preciso momento un tornado me llevara a Oz, sin yo buscarlo. Tal vez la probabilidad de un tornado aquí sea baja, pero el riesgo es alto. Me explico. Cuando estudiábamos ecología en la universidad, teníamos que llenar unas matrices o tablas de riesgos ambientales y clasificar las amenazas según su probabilidad de ocurrencia y el impacto que podrían causar si llegaran a ocurrir. En nuestro caso del tornado, por ejemplo, aunque la probabilidad de que ocurra no sea muy alta, los daños que produce son devastadores. Lo hemos visto en los noticieros: casas completamente destruidas, vacas volando, autos levantados y tirados como juguetes en medio de la calle, decenas —centenas, en algunos casos— de muertos y heridos. Por esta razón se considera de alto riesgo, por la magnitud del daño o el impacto. Por eso se hacen simulacros en las escuelas y oficinas y la gente los acata. Sería tonto decir que, como no se ha visto un tornado en 30 años, a bailar bajo la lluvia y el tornado que se vaya por donde vino. Pero lo que yo estaba pensando con todas estas elucubraciones era: ¿y qué pasa con el cambio climático? Si aplicáramos la misma lógica, deberíamos estar preparadísimos para afrontar sus efectos. Pues el impacto del aumento de temperatura a nivel mundial es catastrófico en extensión —¡los efectos se sienten en todo el planeta! — y en intensidad —¡nos jugamos nada menos que la supervivencia de la Tierra, plantas y animales, nosotros, incluidos!. Nos preparamos para minimizar las secuelas de tornados y huracanes, pero ignoramos el calentamiento global. Es como si un monstruo enorme nos atacara y sólo fuéramos capaces de ver sus patas. El incremento del nivel de CO2 concentrado en la atmósfera, produce lo que se llama el efecto invernadero, el cual causa un aumento en la temperatura promedio de todo el planeta (calentamiento global) y un cambio en los patrones regionales del clima (cambio climático). O sea, en otras palabras, las características del clima, como temperatura, precipitación, humedad y condiciones meteorológicas extremas cambian, con los consabidos efectos: incremento en la frecuencia e intensidad de sequías, inundaciones, huracanes, tornados y tormentas. El calentamiento global no significa que cada día experimentemos más calor. Es más, el invierno anterior fue uno de los más fríos en América del Norte, por efectos del vórtice polar: un fenómeno meteorológico causado por el desequilibrio en el patrón climático del Ártico. Lo que sucede es que la temperatura promedio del planeta ha subido en el último siglo y la tasa de cambio también ha aumentado, o sea, no sólo está más cálido, sino que cada año el calor aumenta a mayor ritmo. Lo malo no es solamente que nos dé mucho calor y que tengamos que cambiar la vestimenta. El problema es que con este cambio en los patrones climáticos hay muchos otros efectos indeseables, como el deshielo de los polos y de los glaciares de montaña. Esto a su vez nos afecta directamente por, al menos dos problemas: el aumento en el nivel del mar y la escasez de agua dulce. Nada menos. También genera un desequilibrio en los ecosistemas y en la distribución y comportamiento de animales y plantas. Por ejemplo, cuando yo era niña vivía en Bogotá, una ciudad ubicada a 2700 m sobre el nivel del mar. La temperatura era más bien fría durante todo el año, lo que no nos gustaba y para sentir calorcito, tocaba bajar un par de horas en carro a alguna finca con piscina. Volver el domingo por la tarde a Bogotá siempre era aburrido ¡pero al menos no había zancudos! Éstos eran exclusivos de tierra caliente. Bueno, ya no. Bogotá tiene zancudos. ¿Cómo es que no nos estamos preparando para afrontar el cambio climático, de la misma manera que hacemos con la amenaza de tornado? ¿Qué estamos haciendo para disminuir las causas y qué proponemos para mitigar los efectos?. En algunos países, han hecho bastante, en muchos, apenas alguito, en la mayoría, poco y en todo caso, no es suficiente. Aquí en EE.UU. la gente todavía no cree que sea algo real. Los medios ni siquiera lo mencionan, los poderosos lo niegan descaradamente y el gobierno cobarde, calla, a pesar de que se viene hablando de calentamiento global desde hace décadas. A nivel político, se llamó la atención de los gobiernos en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente o Cumbre de Río (o de la Tierra), como se le conoce, ya que tuvo lugar en Río de Janeiro, en 1992. Allí, se dio a conocer la Convención sobre Cambio Climático que la mayoría de países firmaron y que fue la semilla para el Protocolo de Kioto. Éste último es un acuerdo internacional que busca comprometer a los gobiernos a que reduzcan la emisión de gases de efecto invernadero, especialmente el dióxido de carbono (CO2), producto de la quema de combustibles fósiles. Como quien dice, a subirse al bus. Tristemente, Estados Unidos nunca ratificó su compromiso, antes bien, el gobierno de Bush retiró al país de la participación en el protocolo. Desde entonces, han negado por todos los medios la existencia de una amenaza ambiental. Lo han logrado magníficamente, ignorando el tema y haciendo que la población, se mantenga en las nubes, manejando sus enormes autos y Hummers y matando todas las iniciativas tecnológicas que buscan nuevos combustibles y fuentes de energía. Hasta que los poderosos no agoten la última gota de petróleo, no veremos adelantos en materia energética. Siguen discutiendo si hay o no hay calentamiento global. Y si lo reconocen, siguen negando que nosotros, los humanos, seamos parte del problema, que nuestras acciones lo estén causando o acelerando. Dicen algunos que es un proceso normal, que en la historia de la tierra siempre ha habido calentamientos y glaciaciones. Es cierto, pero la evidencia científica demuestra que el calentamiento producido por acciones humanas ha sido mayor que la variabilidad natural. Además, hay hechos reales que hay que tener en cuenta. Por nombrar sólo un factor, el dióxido de carbono: Es un hecho científico irrefutable que el aumento en el CO2 en la atmósfera produce un efecto invernadero. Las actividades humanas como la quema de combustibles fósiles, la deforestación, la agricultura intensiva, aumentan la concentración de CO2 en la atmósfera. El incremento de CO2 ha sido constante desde principios del siglo XX y su concentración es la más alta de los últimos 400.000 años (la última glaciación, o sea, la era del hielo, fue hace aproximadamente hace 20.000 años). Entonces… Adivina adivinador... Pero yo me pregunto por el ciudadano promedio, el que a duras penas paga las cuotas de su auto y los n-mil seguros (el del auto, en de la casa, el de salud, el de los electrodomésticos, el de la hipoteca y el de por si acaso). Con la idiosincrasia norteamericana de “Safety First”, o seguridad ante todo, con su buen hábito de planear anticipadamente y considerar de manera exhaustiva los efectos de cualquier acción. ¿Cómo es que ese ciudadano promedio no está exigiendo a gritos saber de qué va el calentamiento global?. Incluso si no cree en la evidencia científica y sólo sabe de rumores de cambio climático, ¿No son las consecuencias suficientemente aterradoras como para al menos poner un poquito de atención? No hay suficientes indicios de que algo no anda bien con el clima, como para que nos pellizquemos? ¿No son los beneficios de adoptar un sistema energético alternativo atractivos por sí mismos? O sea, dejar de depender de combustibles fósiles que además se van a agotar algún día, son costosos, su extracción es destructiva y los accidentes de derrames son catastróficos. ¿Qué tal si el empeño, el presupuesto y los recursos humanos que se utilizan en seguir buscando petróleo y carbón, y en hacer los autos a gasolina más eficientes, se utilizara para encontrar una fuente de energía económica, limpia, accesible? Es hora de exigir a los gobiernos que dejen de abultarse el bolsillo y empiecen a pedirles cuentas a las grandes corporaciones que trabajan en el campo de la energía.
Si hacemos frecuentemente simulacros de tornado en una región donde la probabilidad de un tronado no es muy alta, ¿cómo es que no nos preparamos para un evento que podría ser el más catastrófico de la era humana? Para saber más: http://cambioclimaticoglobal.com/evidencias-cambio-climatico http://climate.nasa.gov/evidence/ Publicado por Luz Stella Mejía, enero 23 de 2015 ![]() Anda por ahí corriendo en la red la noticia de que van a tumbar el árbol de la foto. Es un caucho que crece en la calle 22 con carrera 4ª, en Santa Marta. La razón de este despropósito es la construcción de otro centro comercial en la ciudad. No tengo idea si es necesario otro centro comercial, tampoco tengo el conocimiento necesario para convencer a nadie de que un árbol centenario vale más que un edificio. Claro, los dueños dirán que no y se reirán en mi cara, qué cosas tan absurdas digo. Si ese centro comercial les va a dejar mucha platica, mientras que el árbol no enriquece a nadie. Podría irme a los extremos y decirles que el árbol es necesario, que produce oxígeno en una ciudad a le que arrasaron toda su cobertura verde, dejándola pavimentada en toda su extensión. Pero, no, yo sé que eso no convence a nadie. Podría decir que un adefesio de edificio no se compara con la calidad estética de un árbol, pero a nadie le importa. También podría hablar de los cientos de años que se árbol ha estado allí, de la inversión en energía que se perdería para siempre. Pero eso no se vende. Así que sólo le voy a decir al arquitecto elegido y a los constructores que tienen en sus manos una oportunidad de oro para hacer relucir sus nombres en el listado de los famosos. Tienen un árbol magnífico, ¡no lo tumben! ¡Aprovéchenlo! Hay alrededor del mundo un movimiento verde que busca compaginar la construcción y el desarrollo de las ciudades con la oferta ambiental, la naturaleza en su centro. Les voy a ofrecer algunas perlitas sacadas de internet. No soy arquitecta, ni diseñadora, ni constructora, así que no puedo ofrecer una fuente absolutamente confiable, pero ustedes, arquitectos, constructores, diseñadores del nuevo proyecto, seguro tienen acceso a publicaciones actualizadas en el tema y habrán visto la tendencia ¿no? Por si no las han visto les dejo estas fotos para que se inspiren. No les pido que tengan conciencia ecológica ni que piensen verde. ¡Piensen en ustedes! En la fama, en su nombre impreso para siempre en las páginas de lo que vale la pena. Piensen en grande, usen su talento para construir su propia imagen en el mármol de la historia. No construyan sólo para llenar su bolsillo con el dinero de un proyecto más. Mañana tienen que salir a conseguir el próximo, porque hay que seguir viviendo y comiendo y su centro comercial pasará sin pena ni gloria. Construyan con el futuro en la mirada, la belleza en la pupila y el alma insuflada de grandeza, con el sueño de verse entrevistado por Architectural Digest, El Croquis, Axxis y hasta en SoHo y Semana. Construyan con el árbol, a su alrededor, a su lado. Van a ver entonces cuánto vale un árbol. |
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Agosto 2020
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